Llegó a la Asistencia Pública a las 6. Tenía que conseguir un turno para que su suegra se realizara unos análisis. Mientras esperaba, una pareja se ubicó detrás de ella en la fila. Cuando miró al muchacho no dudó: se trataba del joven que había herido mortalmente a su amigo Emiliano Mirabal a fines del año pasado.
Con ese reconocimiento, el fiscal de Instrucción Washington Navarro Dávila logró avanzar en la investigación de un crimen que parecía no tener rumbo. El acusado fue detenido y se le imputó el homicidio.
El 9 de diciembre de 2012, Mirabal se encontró con unos amigos a las 2 en un bar ubicado en Chacabuco y Las Piedras. Cuando el local cerró se fueron a la casa de uno de ellos, en Villa Alem. La amiga que reconoció al homicida declaró que cerca de las 4.30 decidieron ir a comprar droga.
Cuando ella y Mirabal caminaban por La Plata con una caja de cartón en la que llevaban vino, una moto se paró en la esquina de Chacabuco y el conductor les pidió que le convidaran. Detrás suyo viajaba una mujer. "¿No sabés dónde podemos comprar droga?", le habría preguntado la víctima, luego de convidarle la bebida.
El motociclista les indicó que los siguieran. En Florida al 600, el conductor le pidió a Mirabal que le diera dinero. Como este se negó, el agresor sacó un cuchillo y pelearon.
Luego, Mirabal corrió. Su amiga salió detrás suyo pero no lo alcanzó. Tomó un taxi para regresar a la vivienda en la que los esperaba el resto del grupo. Pasó media hora y como el muchacho no llegaba, llamaron a la Policía. Una unidad del servicio de emergencias levantó al muchacho en La Plata al 600.
Falleció en el hospital Padilla a las 5.40 por una herida en el pecho. Lo habrían apuñalado durante la pelea con el motociclista.
El 24 de abril, cuando la amiga de Mirabal estaba en la Asistencia Pública, volvió a ver a la pareja. La mujer charló con ellos, quienes no la habrían reconocido. Así, logró obtener el nombre de la chica y el lugar en el que vivían.
A los dos días se presentó ante Navarro Dávila y le contó que los había visto. Hasta entonces, el fiscal no había podido llegar a ningún sospechoso, y las medidas que realizó la Policía habían sido infructuosas.
La investigación permitió identificar al hombre que había sido visto en la Asistencia Pública. El presunto agresor fue detenido, y a fines de mayo escuchó la imputación del fiscal, asistido por un defensor oficial. El detenido rechazó la acusación y dijo que no recordaba lo que hizo el 9 de diciembre del año pasado a la madrugada. También negó que tuviera moto o que haya tenido una pelea para esa fecha. El fiscal no creyó su versión y solicitó la prisión preventiva, la que fue otorgada por el juez de Instrucción.