Para muchos no se trata de una propuesta inocente. Detrás de la incorporación de Daniel Hourcade al staff técnico de Los Pumas solo para el test match contra Georgia subyace una intención que va más allá de querer contar con sus conocimientos, y que aunque pretende ser secreta, es supuesta por mucha gente: la apertura de la sucesión de Santiago Phelan. Es sabido que el entrenador del seleccionado ya habría manifestado su voluntad indeclinable de no continuar en el cargo una vez que expire su contrato en diciembre, pese a que tiene tiempo hasta octubre para responder si renueva.
"Tati" sigue siendo prioridad, pero codearse con la elite del rugby mundial prohíbe la imprevisión, por lo que ya desde hace tiempo se barajan nombres para sucederlo. Todos los caminos de la lógica conducen al "Huevo", ya que por su papel de entrenador de Los Jaguares y Pampas XV es quien más conoce a las nuevas figuras.
"A los jugadores los conozco y entrené a todos. Salvo a (Gonzalo) Tiesi, a todos los tuve en Pampas o Jaguares, así que no soy alguien desconocido o nuevo para ellos y yo no siento que esté con un equipo nuevo. Al contrario, fue algo bastante natural, aunque al mismo tiempo es algo muy especial para mí", señaló el tucumano que en su vitrina cuenta Sudamericanos, Nations Cup y una Vodacom Cup 2011 alcanzada en forma invicta.
El suyo no es el único nombre en danza. Están los que sugieren un posible regreso de Marcelo Loffreda, los que se inclinan por nombres poco conocidos, y no falta el que le juega una ficha al mismísimo Felipe Contepomi, que se retirará en cualquier momento. Por ahora, son puras conjeturas.
Sea quien sea el heredero al final, Hourcade quiere disfrutar el momento. "Poder acercarme y colaborar en lo que sea necesario a Los Pumas es un gran y tremendo orgullo para mí, mas allá que es solo para este partido. Para mí es algo muy importante y muy grande; gigante, un sueño hecho realidad", redondeó "Huevo".
Esta tarde, a las 16.10, Los Pumas tendrán ante Georgia una oportunidad de morigerar el efecto negativo de la ventana, con dos tucumanos en el césped (Benjamín Macome y Matías Orlando) y dos en el banco (Gabriel Ascárate y Hourcade).