Un campeonato es una joya que los hinchas y los clubes lucen para siempre. Pero en el caso de Newell's, esa corona los llenará de orgullo porque la conquistó el último de los equipos románticos en el que pesó más el amor por la camiseta que los billetes.
El técnico Gerardo Martino, que tuvo decenas de ofertas para dirigir representativos nacionales y equipos de distintas partes del mundo tras su exitoso paso por la selección de Paraguay, no se resistió el llamado de la "lepra", el club en el que se forjó, que le dio un nombre en el deporte y que además, corría serios peligro de perder la categoría. Lucas Bernardi fue el primer futbolista en abandonar la comodidad de Mónaco para darle una mano a su querido club. Maximiliano Rodríguez, titular en Liverpool, tampocó dudó en volver. Después se sumó Gabriel Heinze que por esos momentos defendía la camiseta de Roma. "Salir campeón con este club no se compara con nada", dijo el defensor.
El de Ignacio Scocco es otro ejemplo. El delantero, que sumó su segundo título en el club (jugó seis partidos con el equipo que ganó el Apertura 2004) llegó procedente del fútbol árabe. Teniendo en cuenta sus buenas actuaciones, le pidió a los directivos de Newell's que compraran su pase al club. Le hicieron caso y pagaron 1,8 millones de euros por su transferencia y ahora están recibiendo ofertas de hasta 11 millones de la misma moneda. Eso no es todo: el atacante podría haber esperado seis meses para quedar libre y quedarse con todo el dinero y no con una parte, como ocurrirá ahora.
Más allá de gestos loables, casi inexistentes en el fútbol nuestro de todos los días, Newell's se consagró campeón con un equipo prácticamente hecho en casa. De los 27 jugadores que defendieron la camiseta rojinegra, 20 se formaron en las divisiones inferiores de la "lepra".
Si eso es envidiable, mucho más es que la "lepra" haya logrado el título del Final y que esté en la semifinal de la Copa Libertadores -el primer partido contra Atlético Mineiro lo disputará el 3 de julio- con casi el mismo plantel.
Pero lo que viene puede ser mucho más importante, a pesar de la sorpresiva eliminación de la Copa Argentina. Los rosarinos, si mantienen este ritmo, pueden cosechar otros tres títulos antes de que finalice la temporada. El sábado 29, en Mendoza, podrá ser el campeón de la temporada si gana la Superfinal -por primera vez se enfrentan el ganador de los torneos Inicial y Final-, a Vélez, un rival que viene de capa caída.
Pero toda la fuerza "leprosa" estará puesta en la Copa Libertadores, una espina que los hinchas quieren sacarse de una vez por todas.