A criterio del ministro consejero de la Unión Europea en el país, César García Álvarez, el actual contexto de la economía global favorece a la Argentina. El diplomático, que vino a Tucumán para inaugurar la 5ª Muestra de Cine Europeo, analizó la crisis económica por la que atraviesa Europa y comparó el proceso con el que vivió nuestro país en 2001. "Argentina tuvo una situación muy complicada hace 12 años y ha superado esa crisis dramática por una serie de factores que la han favorecido", sostuvo García Álvarez, quien ayer fue recibido por el gerente general de LA GACETA, José Pochat. El secretario de Relaciones Internacionales de la provincia, Luis Bravo, acompañó al diplomático durante el encuentro. La charla con García Álvarez continuó de esta manera:

- ¿Cómo ve a la Argentina frente a la crisis económica global?

- Argentina es un país rico que produce lo que el mundo actual necesita. Es un país que tiene muchas ventajas. Ustedes no tienen problemas de minorías étnicas. Las divisiones en Argentina son superficiales. Hay divisiones políticas, pero que no son trascendentales. No hay un grupo religioso y otro, o un grupo racial y otro. Ustedes son una sociedad muy cohesionada. Las divisiones son casi superficiales. Tienen un país muy grande, rico, y una población relativamente educada. El contexto global favorece a la Argentina. - ¿ Y cómo está la situación en Europa?- Estamos avanzando a trancas y barrancas. Porque la crisis es seria y no tenemos todos los instrumentos para responder a una crisis de esta envergadura. Uno de los problemas más grandes es el acceso al crédito por parte de las Pymes. La crisis bancaria es tal que los bancos retienen el crédito y tienen dificultades para prestar. Es un problema muy serio. Y un problema fundamental es el desempleo juvenil. Más allá de los deudores y acreedores, estamos hablando de un desempleo juvenil muy grave, que en algunos países alcanza el 50%. Es un problemón, porque le quita legitimidad al proyecto europeo que fue exitoso. La crisis demográfica también es importante.

- ¿Cómo se sale, entonces, de la crisis demográfica?

- Es un problema demasiado complejo. Es evidente que el individualismo pospone el hecho de ser padres y también está el hecho de que las parejas duran lo que duran. Pasa que hay países que son exitosos en respuesta a las crisis demográficas, como por ejemplo Suecia, que ha logrado la emancipación de la mujer y a la vez logró mantener una natalidad razonable. La crisis demográfica no sólo supone una crisis de valores culturales y antropológicos, sino también un acompañamiento con políticas sociales inteligentes.

- ¿Y qué medidas se están tomando para salir de la crisis económica?

- Algunas medidas que se están tomando tienen que ver con estabilizar la caja de las jubilaciones. Tenemos un problema antropológico y macroeconómico sobre cómo financiar a la población donde hay menos niños y la esperanza de vida es mucho más larga. Hay gente con 65 años que quiere seguir trabajando y hay que bregar para que puedan seguir haciéndolo.

¿Hay consenso entre los países europeos hacia una salida conjunta?

- Creo que hay un consenso fuerte, sobre todo en la necesidad de incrementar la productividad y la competitividad. La clave es preservar la democracia, la tolerancia y la acogida a los inmigrantes. Todas esas cosas son primordiales. La canciller Angela Merkel (Alemania) dice cosas muy importantes, como que Europa representa 5% de la población mundial, el 25% del PBI mundial y el 50% de los gastos sociales del mundo. La salida se la encuentra con productividad, eficiencia y redistribución.