La primera imagen del docente que recuerdo se vincula con una "señorita" de impecable presencia, con una personalidad tan fuerte como su voz bien articulada, entrenada para el dictado de oraciones a niños y para "imponerse" en su aula a sus 40 discípulos (futuros operarios, médicos, gerentes, comunicadores) año a año. Pero, ¿qué pasa detrás de su mundo en éstas épocas? La vida.

De esta manera, Ana Fringes, selectora y capacitadora, trata de mostrar una de las facetas de las docentes. Pero ellas también, advierte la directora de la consultora Ramak Software y RRHH (www.ramaksoft.com), cumplen múltiples roles: son esposas, madres, cocineras y... argentinas.

Por otro lado, desempeñan sus tareas en un contexto de cambios vertiginosos, debido en gran parte a los avances en la tecnología, que consecuentemente, modifican la manera de establecer relaciones en su trabajo, tanto con sus alumnos como con sus colegas y directivos. "Como siempre, una de sus grandes funciones es la de perfilar los roles de los futuros trabajadores y también inculcarles los valores que marcarán luego la diferencia en sus carreras profesionales", puntualiza. Pero también -acota-, sienten falta de respaldo por parte de los padres, y se enfrentan (entre otras) a situaciones de violencia e inseguridad dentro y fuera de la escuela.

Según Fringes, todo eso conlleva una carga emocional profunda y, hasta agobiante. Si estas modificaciones no son gestionadas se producen consecuencias como baja motivación, y pérdida del sentido de pertenencia a la institución; o enfermedades psíquicas, tales como el estrés laboral. ¿Cómo hacer para gestionar todo eso?

La capacitadora consultada por LA GACETA no brinda soluciones mágicas, pero sí algunas sugerencias sobre cómo relajarse y ser docente, madre y argentina.

• Tomar la decisión de gestionar y combatir el estrés. Ya que contrario a lo que se cree, si bien hay factores vinculados al estrés laboral, la respuesta siempre se origina en cada persona. Por eso ante el mismo estímulo, encontramos gente muy estresada y gente que disfruta a pleno de su trabajo, o que aprende a convivir con las cosas positivas y negativas de su ambiente laboral. La respuesta al estrés está en uno mismo y su convencimiento de hacer cosas concretas para mantenerlo en niveles saludables.

• Cuidar el cuerpo. Hacer actividad física en forma regular tiene probados beneficios en el bienestar psíquico. No hace falta entrenar cuatro o cinco horas todos los días, se puede modificar mínimamente algún horario para generar un espacio de media hora tres veces por semana para caminar, por ejemplo.

• Las actividades como el yoga y la meditación contribuyen a alcanzar el equilibrio entre preocupaciones y ocupaciones. Mejoran la calidad del sueño, y por ende, el descanso.

• Encontrar algunos minutos todos los días para hacer alguna actividad que nos proporcione placer. Por ejemplo, leer 10 páginas de un libro, escuchar un tema musical completo del grupo que nos encanta, acariciar la mascota familiar, compartir un juego creativo con nuestros hijos, tejer, etc.

• Consultar al médico por los síntomas físicos vinculados al estrés: contractura, insomnio, malestares gástricos, para darles tratamiento adecuado. 

• Practicar la respiración diafragmática: esta técnica consiste en lograr una respiración profunda, llevando el aire por nuestra nariz, que se expulsa de manera más lenta por la boca. Preferentemente acostados, repetir varias veces siempre que se pueda.

• Relajación muscular progresiva. Consiste en tensar y relajar cada grupo muscular del cuerpo progresivamente, iniciando de la cabeza a los pies. La persona debe estar en una posición cómoda y la tensión no debe causar dolor. Esta técnica no es recomendable en personas con compromiso muscular.

• Imaginación. Se trata de visualizar situaciones agradables que la persona elija, (se puede también estimular la imaginación mediante frases dirigidas). La persona puede estar en una posición cómoda y preferentemente con los ojos cerrados o con la mirada concentrada en un punto.

Dado que cualquier trabajador está expuesto al estrés laboral, estos tips pueden aplicarse a diferentes profesiones. No sólo a los docentes. También son útiles para fortalecer la atención a clientes, trabajo en equipo, comunicación interna, liderazgo, salud ocupacional y prevención de accidentes laborales, y otras temáticas vinculadas a desarrollo de los recursos humanos, dice Fringes.