CARACAS.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, promulgó finalmente una ley para controlar las armas de fuego en manos de la población civil, en un intento por reducir la elevada tasa de criminalidad que quita el sueño a los venezolanos. Maduro había ordenado en mayo el despliegue de unos 3.000 soldados en las calles como parte de un plan para combatir la inseguridad, una de las asignaturas pendientes que heredó del Gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez.
La nueva norma restringe la venta de armas y municiones a los ciudadanos particulares y establece penas de siete a 20 años de prisión a las personas que porten armas de fuego sin permiso.
"Era el instrumento que nos faltaba para ir al desarme completo y a la pacificación del país", explicó el mandatario al firmar el decreto sancionado esta semana por la Asamblea Nacional.
La ley además establece la creación de un fondo para atender a las víctimas por armas de fuego, que será financiado por un 5 % de las ganancias netas que obtengan las empresas que comercializan y producen armamento.
Los asesinatos en Venezuela se incrementaron un 14% en 2012, frente al año anterior. Las autoridades calculan que el total fue de 16.000 -unos 44 diarios-, frente a los 21.000 asesinatos que estiman organizaciones no gubernamentales.
Tras la firma de ese decreto, Maduro viajó a Roma para entrevistarse con el papa Francisco, quién lo recibirá hoy en audiencia privada. Se trata de una reunión que tanto el gobierno como la Iglesia católica de Venezuela esperan que contribuya a mejorar la relación entre los sectores, tras las diferencias expresadas en los últimos años.
Maduro llegó ayer a Roma y aseguró que tenía la expectativa de sostener "una reunión muy interesante" con el pontífice. (Reuters-Télam)