El año pasado, la senadora nacional Beatriz Liliana Rojkés de Alperovich estaba sentada en Tennessee, un concurrido bar de Yerba Buena, tomando un café con un grupo de personas. De pronto, según un expediente judicial, M.K.P. hizo escuchar su voz, cargada de bronca. "¡Usted es una ladrona! ¡Devuelva todo lo que robó!", gritó P. (sus datos completos se mantienen provisoriamente en reserva).
El episodio tuvo repercusión nacional en los medios. Y, según denunció ante la Justicia la esposa del gobernador, José Alperovich, las expresiones de aquella vecina de la "Ciudad Jardín" constituyeron una grave injuria. Por eso, ante la sala III de la Cámara Penal de la Capital, demandó un resarcimiento que su abogado, Marcos Aníbal Rougés, estimó en $ 250.000. "El reclamo consiste en traducir a dinero algo tan subjetivo como los sufrimientos, padecimientos, angustias, sinsabores y menoscabo en la persona y en la salud misma de mi instituyente (por Rojkés de Alperovich) a raíz del disgusto que, en lo personal, la afectaron en lo privado y lo público", remarcó el representante legal de la presidenta provisional del Senado, según consta en la causa.
Este episodio, confirmaron altas fuentes tribunalicias, será objeto de una audiencia conciliatoria, hoy a las 10. Están citadas las protagonistas del caso, quienes deberán presentarse ante los vocales de la sala III de la Cámara Penal, Dante Ibáñez, Carlos Caramuti y Ana Lía Castillo de Ayusa. Juan "Chino" Robles, secretario general de la UCR, será el defensor de P. "Vamos a ratificar todos y cada uno de los términos de los que se nos acusa, y vamos a ofrecer las pruebas de la verdad", afirmó el ex legislador radical.
Según el expediente, en septiembre de 2012, Rojkés de Alperovich recibió los supuestos insultos de esta mujer cuando estaba tomando un café en Yerba Buena. "Como es de público y notorio conocimiento, mi mandante (por la senadora) es una fonoaudióloga y una relevante empresaria y política argentina", redactó Rougés. Y recordó que, entre sus funciones y responsabilidades, están el rol de primera dama provincial; de presidenta del PJ local; de senadora nacional; y de tercera autoridad de la Nación. "Pese a los prestigiosos cargos que ostenta, (ella) intenta mantener su vida normal. Tiene clara conciencia de la rectitud de su proceder, y por ende ningún reparo de mostrarse en público", añadió el letrado. Además, consideró que el incidente fue "altamente desagradable". "Es claro que la querellada (por M.K.P.) buscaba su 'cuarto de hora de gloria', así como alguien acometió a martillazos contra la estatua de La Piedad, u otro baleó a John Lennon, solamente para aprovechar la fama de sus víctimas", agregó Rougés. Luego, añadió a la causa judicial una carta documento que había enviado, a nombre de Rojkés de Alperovich, para que la demandada rectifique o ratifique sus dichos.
El texto fue replicado con expresiones de alto tenor por parte de la vecina de Yerba Buena y el abogado Robles. "No son menos graves las manifestaciones públicas, muy desafortunadas por cierto, vertidas por quien inviste la calidad de senadora nacional, como es el caso de la señora Beatriz Rojkés cuando dice 'vamos por todo', o 'no podemos tener al señor Estado a la par de una familia que está borracha'. Eso denota un desprecio hacia quienes la honraron en ese cargo", contestó la defensa en esa ocasión. Y aseveró que, cuando se produjo el incidente, existía en el país "un contexto de indignación de cientos de miles de compatriotas que salieron a las calles". "He obrado en defensa del interés público, que cada vez reclama más transparencia y publicidad de los actos de gobierno", añadió P.
El letrado Rougés remarcó que esta interpretación es un intento por tergiversar el sentido de la polémica expresión. "La querellada no dijo, por ejemplo, 'quiero que todas las obras se hagan por licitación', ni 'quiero que se regularice el Ipacym'. (...) Dijo, clara y expresamente: '¡Usted es una ladrona, devuelva todo lo que robó!'", destacó el representante de Rojkés de Alperovich. Y añadió que su clienta "anhela que se haga la prueba de la verdad con la que amenaza la querellada, precisamente para demostrar que toda la imputación (...) es palmariamente falsa".
LA GACETA trató de comunicarse ayer con la senadora para preguntarle si acudirá a la conciliación de hoy, pero una asesora expresó que estaba en una reunión en Buenos Aires. Tampoco hubo éxito en los intentos por contactar a Rougés.