ESTAMBUL, Turquía.- La policía turca usó cañones de agua y gas lacrimógeno para avanzar sobre la plaza de Taksim en Estambul, de donde se había retirado hace diez días, informó un reportero de dpa presente en el lugar. Algunos de los manifestantes se enfrentaron tirando piedras y cócteles molotov contra los vehículos policiales. En los enfrentamientos hubo detenciones y heridos, según los medios.

El primer ministro del país, Recep Tayyip Erdogan, defendió la operación. En un discurso ante diputados de su partido islámico-conservador en Ankara acusó a los manifestantes de causar enormes daños en las protestas de las últimas dos semanas. Se trata de un intento con apoyo desde el extranjero para doblegar a Turquía económicamente y asustar a los inversores, afirmó.

Las fuerzas avanzaron a primera hora desde el barrio de Besiktas y tras ocupar la plaza retiraron con palas mecánicas las barricadas levantadas por los participantes en la protesta. Es la primera vez que la policía vuelve al lugar desde el 1 de junio, cuando el uso de la violencia para reprimir a los manifestantes causó indignación internacional y llevó a las autoridades a retirar a los agentes.

El gobernador de Estambul, Hüseyin Avni Mutlu, negó que eso sea cierto. Pese a las violentas imágenes de la actuación policial que se veían por televisión, escribió en Twitter que el objetivo de la operación era solamente retirar los carteles y banderas del monumento del fundador de la Turquía moderna, Mustafá Kemal Atatürk, y del Centro Cultural Atatürk. Esto fue desmentido por órganos no oficiales, como los tuiteros de "Voice of Turkey". 

La policía no entrará en el cercano parque Gezi, donde han acampado miles de manifestantes, añadió Mutlu, y pidió a los allí reunidos que mantengan la calma y no provoquen a las fuerzas del orden.

Las protestas comenzaron en el parque Gezi, adyacente a la plaza, donde los manifestantes trataban de frenar un proyecto para construir un centro comercial. Sin embargo, tras la represión policial se extendieron a todo el país y de manera general contra el gobierno de Erdogan, a quien acusan de dirigir el país de forma autoritaria e intentar imponer a todos un estilo de vida religioso. Tres personas murieron en las protestas en toda Turquía. (DPA-Reuters)