Después de más de siete años apareció un testigo en el caso Lebbos. El hombre llegó a tribunales sin que nadie lo llamara y sin hacer mucho ruido dio a entender que quería hablar del asesinato de Paulina. Sorprendió que después de tanto tiempo apareciera alguien con supuestos datos sobre el crimen. También llamó la atención que llegara justo después del cambio de fiscal en la causa. Carlos Albaca (II° Nominación) salió por la puerta chica cuestionado por la falta de avances concretos y acusado por Lebbos de ser uno de los principales encubridores de los asesinos de su hija. Entró en su reemplazo Diego López Ávila, un fiscal con entusiasmo por hallar algún indicio, alguna pista del crimen.
La aparición del testigo nuevo abrió varios interrogantes. ¿Por qué ahora y no antes? ¿De dónde salió este hombre que dijo conocer detalles del caso? ¿Quién es?, fueron algunas de las preguntas lógicas que se hicieron los tucumanos que siguieron el tema desde el fin de semana. El "Señor D" (lo llamaremos así para proteger su identidad) no aportó demasiado al expediente. Una fuente de tribunales reveló que el "Señor D" sólo explicó que estuvo en una reunión social en una villa turística de Tucumán, donde alguien comentó "con lujo de detalles" cómo fue que raptaron a Paulina Lebbos en la madrugada del 26 de febrero de 2006. Ese "alguien" también dijo que sabía de manera precisa adónde la llevaron, quiénes participaron y qué hicieron con ella.
Se trata entonces de un hombre que escuchó a un tercero hablar sobre el tema. Sin embargo, en Tucumán, hay mucha gente que escuchó hablar a otros sobre el tema y no por eso quiere decir que se está frente a un "testigo clave". En la calle, en los bares, en las plazas, en los billares, en los asados suelen correr historias sobre crímenes impunes, víctimas inocentes, y asesinos sueltos, entre otros tantos relatos policiales.
El celular
El testigo se presentó y describió lo que escuchó de boca de otra persona sobre una fiesta de "hijos del poder", que derivó en el crimen de la joven estudiante universitaria. Después de esa reunión en la que escuchó todos los detalles, el "Señor D" comenzó a mostrar, en su entorno, un cierto interés en presentarse en tribunales para declarar. En esos días en que no sabía cómo resolver sus dudas, el "Señor D", según dijo, recibió "algunas advertencias" en su celular para que no abriera la boca y dejara todo como hasta ahora. Dijo que esas "insinuaciones" no sólo fueron para él, sino para algunos de sus familiares.
La primera reacción del fiscal López Ávila fue actuar puntilloso para no terminar siendo recusado, en el futuro, por las partes. En este caso hay dos querellantes: Alberto Lebbos (padre de la víctima), y César Soto (era el novio de la chica, al momento de la desaparición). El fiscal pidió la protección de Gendarmería Nacional para el "Señor D" y dejó que la indagatoria fuera presenciada por Silvio Manino Leal, representante del Ministerio de Seguridad de la Nación en la región NOA. Demasiados movimientos de madrugada para escuchar a un hombre que, a su vez, escuchó a otro...
El caso Lebbos ya cambió de fiscal. En adelante, la investigación también podrían pasar de la órbita de la provincia (Policía local) a la esfera federal (Gendarmería Nacional). El tiempo dirá si todos estos movimientos apuntan realmente a buscar a los asesinos de Paulina o, simplemente, forman parte de una campaña rimbombante para calmar los ánimos y despejar el camino hacia el 27 de octubre. No hay que olvidar que de aquí a esa fecha, habrá mucha gente de campaña.