River se subió a la cima y dejó a Independiente un paso más cerca del abismo: el 2-1 en el Monumental fue la crónica de un desenlace anunciado, más allá de la imprevisibilidad connatural al fútbol y el dramatismo del final.

La mochila del descenso fue una carga demasiado pesada para el equipo de Miguel Brindisi ante un River oportunista, que jugó mal pero se aprovechó de la situación de su rival y selló el triunfo con los goles de Juan Manuel Iturbe, la figura, y de Manuel Lanzini. Los "millonarios", con un partido más, quedaron igualados en la cima con Newell's -recibe hoy a Unión- y sueñan con el título, mientras Independiente necesita de un milagro para no descender por primera vez en su historia.

El "rojo" dominó pelota y campo durante buena parte del partido, pero su inefectividad le volvió a pasar factura. Se lo perdió Hernán Fredes de cabeza a pasos de Marcelo Barovero, y el arquero salvó en gran forma un remate de Leonal Miranda. En el otro arco, una falla defensiva derivó en un flipper entre Lanzini y Gabriel Funes Mori en el área que terminó con Iturbe tocando el gol.

Fue un mazazo para Independiente, que aún así siguió buscando. Hasta que un contraataque perfecto, después de una gran jugada de Iturbe -su mejor partido en el equipo-, Lanzini transformó en gol y sentenció la historia. O casi, porque con el tiempo casi cumplido, un remate de otra época del Daniel Montenegro significó el descuento y la posibilidad de que su equipo no se fuera a Avellaneda con las manos vacías. Hubo cuatro minutos de ilusión, que no alcanzaron.

Calvario

En las tribunas, los hinchas de River, que saben del calvario que significa la B Nacional en carne propia, se mofaron del aparente destino inevitable de su rival. En la cancha, River fue un francotirador certero con su presa. Independiente es un animal herido de muerte.

Necesita un milagro

No hacen falta calculadoras. Independiente para no descender a la B Nacional necesita algo más que un milagro que debe comenzar a gestarse hoy. Si Argentinos derrota esta noche a San Lorenzo, a dos fechas del final, se transformará en el cuarto grande que pierda la categoría.

El panorama no es bueno, ya que el "rojo" no solo necesita de los resultados de los encuentros que dispute, sino estar pendiente de lo que suerte que corran sus dos rivales directos, lo que es más problemático aún.

Si no desciende esta noche, el "rojo" tiene otras dos chances para salvar la categoría. Primero debe ganar los duelos contra San Lorenzo (local) y Colón (visitante) y después esperar que Argentinos no sume dos de los nueves puntos (debe enfrentar al "ciclón", Colón y Newell's) y que San Martín de San Juan no acumule tres (le resta enfrentar a Estudiantes y a River).

Si el "bicho" consigue uno, e Independiente gana los dos encuentros, al menos puede aspirar a un desempate siempre y cuando San Martín no cumpla con su meta de sumar tres unidades.