Hay días que son inolvidables. Gerónimo Padilla vivió uno de ellos ayer. Casi rozó la perfección lo que hizo al manejo del Ford Fiesta Maxi Rally que le entrega el equipo VRS y terminó la jornada en la cima de la clasificación de su división y de la general.
Hay días que también son inolvidables, pero por aquellas cosas que suceden que tira abajo todo un trabajo a conciencia. Sino que lo diga Juan José Gil De Marchi, otro favorito a priori a la victoria en el Rally de Tucumán, válido por el Argentino. El aguilarense sufrió las de Caín con su Citroën DS3, al punto que se vio obligado a abandonar.
"Gero" Padilla y su gran día. Dominó desde el comienzo, obtuvo tres de los cuatro exigentes tramos disputados (fue segundo en el cuarto) y consiguió su primera victoria de etapa en el Argentino. Impecable. Le sacó 14"8/10 a su compañero de equipo, el cordobés Claudio Menzi, y 19"6/10 a otro oriundo de "La Docta", Marcos Ligato, que maneja un Chevrolet Agile.
El yerbabuenense llegó al parque de asistencia sin señal alguna de cansancio, pero sí sumamente feliz. Minutos antes, al finalizar el último especial del día, había estado al borde del llanto. "Me siento feliz y agradecido a mi navegante, José María Drago, al equipo, a mi familia, a mis auspiciantes", dijo.
Padilla admitió no haber podido dormir demasiado en la noche del viernes y la madrugada de ayer. "Eran las 5 de la mañana y ya estaba despierto. Sentía ansiedad, nerviosismo, ganas de hacer las cosas bien", sostuvo.
El piloto del Fiesta, que despertó fervor en la ruta, puso blanco sobre negro sobre la situación que vive. "Muchas veces lo soñé pero hasta que no pasa... Es indescriptible vivir esto, más ante la gente que a uno lo vio crecer corriendo en el Provincial. Y también estoy súper agradecido al club organizador, que armó semejante carrera y en un tiempo corto", apuntó.
¿Qué pasará hoy? "Trataré de sacarme otro 10", adelantó. Y confirmó su buena onda al llegar al parque de asistencia, poniéndose a hacer jueguitos con Drago con una pelota de fútbol de San Lorenzo, mientras lo filmaban y le sacaban fotos.
¿Qué le pasó a Gil De Marchi? Rompió bomba de dirección asistencia en el prime 1. Así y todo siguió adelante. En el 2, una piedra entre la llanta y la mordaza de frenos rompió el caliper, que junto al navegante Mauro Albornoz lograron anular. Y cuando fueron a la asistencia, se dieron con que también tenían rota la barra estabilizadorta. Pese a que se logró arreglar todo lo dañado, la demora en el trabajo motivó que llegaran tarde a la entrega de la tarjeta. Resultado: quedaron afuera. Hoy se reenganchan.