WASHINGTON.- Los presidentes de EEUU y China, Barack Obama y Xi Jinping, expresaron durante su primera cumbre bilateral, la voluntad de cooperar en un tema tan conflictivo como la seguridad cibernética.

"Es importante que China y EEUU, como dos de las mayores potencias económicas y militares del mundo, lleguen a un acuerdo sobre cómo podemos cooperar en estos temas", declaró Obama desde Palm Springs.

Recientemente, las autoridades estadounidenses habían acusado a hackers chinos de robar en el ciberespacio determinadas informaciones comerciales y tecnológicas de Estados Unidos. Sin embargo, la posición de Obama en esta materia se ha debilitado considerablemente, después de que algunos medios revelaran que el propio gobierno de EEUU encargó a una agencia de seguridad espiar masivamente servicios de Internet como Google, Apple y Facebook. Obama justificó esta actividad secreta como un instrumento importante en la lucha antiterrorista.

Xi, quien asumió la jefatura de Estado en marzo, afirmó que "el gobierno chino está muy comprometido con la seguridad cibernética". El también secretario general del Partido Comunista Chino señaló que los dos países comparten muchos intereses, desde el fomento del crecimiento económico nacional y mundial hasta la solución de crisis internacionales y regionales. Obama aseguró que Estados Unidos saluda el "constante ascenso pacífico de China" para convertirse "en una potencia mundial".

Según Obama, le conviene al mundo entero que exista una China estable y con bienestar. El presidente de EEUU señaló que ambos países tienen puntos de desacuerdo y rivalidad, pero también enfrentan una serie de desafíos en común, en referencia al programa nuclear norcoreano, y a las tensiones en las relaciones comerciales entre EEUU y China. Xi, a su vez, dijo que la relación mutua se encuentra en un nuevo "punto de partida histórico".

El primer encuentro entre los dos líderes tiene lugar en el lujoso Rancho Mirage, del fallecido magnate de los medios Walter Annenberg, a 200 kilómetros al sureste de Los Ángeles. Las relaciones entre ambos países son tensas. Pekín mira con preocupación el nuevo interés estadounidense en el área asiática del Pacífico. Washington espera que China, una potencia con derecho al veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, muestre más cooperación en crisis internacionales. (DPA)