ESTAMBUL.- El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, pidió el fin inmediato a una semana de protestas contra su Gobierno, diciendo que las manifestaciones que comenzaron por la reurbanización de un parque en Estambul estaban fundadas en una "campaña de mentiras". Al defender el uso extendido del gas lacrimógeno en la represión policial de las protestas, Erdogan advirtió que se habían hecho cosas similares en otros países europeos como Grecia o Estados Unidos.

Erdogan volvió horas antes a una Turquía sacudida por días de disturbios antigubernamentales y declaró ante un mar de seguidores que lo esperaban con banderas en el aeropuerto de Estambul: "Estas protestas deben cesar de inmediato; ningún poder salvo el de Alá puede detener el ascenso de Turquía", dijo a miles de personas que se reunieron para saludarlo en la primera manifestación pro Erdogan desde que comenzaran las concentraciones hace una semana.

Gobiernos occidentales, incluyendo a Estados Unidos, que ve a Turquía como aliado clave de la OTAN en Oriente Medio, han expresado su preocupación por el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía. Washington ha mostrado a Turquía, bajo el Gobierno de Erdogan, como un ejemplo de democracia musulmana que podría ser emulada por otros países de la región, como Egipto.

En declaraciones desde un autobús en el aeropuerto, reconoció que la policía podría haber usado la fuerza en exceso al sofocar una pequeña manifestación contra un proyecto de construcción el viernes pasado. Sin embargo, aseguró que sólo cumplían con su trabajo.

El comisario de la Unión Europea, Stefan Fuele, mostró su preocupación por los hechos en Turquía que es candidata a unirse al bloque. "Las manifestaciones pacíficas constituyen una vía legítima de los grupos para expresar sus opiniones en una sociedad democrática", dijo Fuele.

El premier indicó que había una investigación en curso, pero que la intervención de un Gobierno europeo en esas circunstancias habría sido mucho más violenta. Las críticas extranjeras sobre cómo lleva los asuntos internos enfurecen al líder del Gobierno. Su principal asesor, Yalcin Akdogan, sugirió que a los aliados de Turquía les resultaba difícil aceptar el estilo de liderazgo de formar nuevas alianzas y de construir puentes diplomáticos. "Occidente no está acostumbrado a esta posición y liderazgo. No quieren un líder con agallas y confianza, quieren crear un líder débil, inquieto, temeroso de su propia sombra", sostuvo. Erdogan no dio muestras de ningún plan para desalojar el campamento improvisado que apareció en la plaza Taksim de Ankara. Las concentraciones suponen un claro desafío a un líder cuya autoridad se construye sobre tres victorias electorales consecutivas. (Reuters)