BUENOS AIRES.- Vueltas y más vueltas. Las quejas del empresario Marcelo Tinelli por el destino que le habían dado al partido entre San Lorenzo y Argentinos derivaron en que el secretario de Seguridad, Sergio Berni, volviera a manipular la grilla de horarios para pasarlo al lunes, pero a las 21.15. Con ello también tuvo que adelantar los cotejos Estudiantes-Lanús, desde las 18 de ese mismo lunes a las 17, y Newell's-Unión, desde las 20.15 a las 19.10. "A lo mejor el lunes a la mañana nos enteramos a qué hora jugamos, nos vamos a levantar temprano para no llegar tarde, por las dudas", se quejó Gerardo Martino, DT de la "lepra".

Las manipulaciones de los horarios comenzaron el miércoles ante la catarata de críticas por poner River-Independiente a las 21.30 del domingo, con el objetivo de esmerilar el rating de Jorge Lanata. Berni dispuso que ese encuentro se juegue el domingo a las 14, admitiendo cuestiones de seguridad. De esta manera, Racing-Boca, también de alto riesgo, pasó al domingo a las 21.30 y postergaron San Lorenzo-Argentinos para el lunes, en un principio, a las 16.

Fue ahí que Tinelli disparó por su cuenta de twitter con frases como: "decisión lamentable", "patética medida" y "fútbol para desocupados", habida cuenta del horario y día laborable. Y así empezaron las gestiones hasta llegar a los nuevos horarios. Cuando faltan tres fechas para el final y aún no está definido el campeón y no los otros dos equipos que descenderán con Unión, no es común que los partidos se jueguen en días y horarios diferentes. (Especial-DyN)