BUENOS AIRES.- El empresario kirchnerista Lázaro Báez recusó ayer a la jueza de instrucción María Gabriela Lanz, quien lo investiga en una causa por presunta "extorsión" por la transferencia de la financiera CSI. Varios medios anunciaron durante el fin de semana que Báez sería llamado a prestar declaración indagatoria.
La recusación fue planteada por los abogados del empresario santacruceño, Gabriel Gandolfo y Nicolás Guzmán. "Se fundamenta en la existencia de actos jurisdiccionales demostrativos de la pérdida de imparcialidad de parte de la juez, con la consiguiente afectación de la garantía de Báez de ser juzgado por un tribunal imparcial", indicaron.
El escrito cuestiona también la intervención del fiscal José María Campagnoli, principal impulsor del proceso en el que Báez aparece imputado por presuntamente haber presionado al financista Federico Elaskar para que se desprendiera de la financiera SCI, también conocida como "La Rosadita". (DyN)