Por estas horas, señor lector, usted quizás ya haya visto algún resumen del partido que Atlético perdió ante Independiente Rivadavia, por 1 a 0. Pero ayer, cuando Alejandro Castro marcó el final, los pocos que estuvimos en la cancha sentimos una presión que a medida que la civilización avanza, va desapareciendo: transformarnos en sus ojos para mirar un encuentro que no era televisado y en el que no estaba permitido el ingreso de hinchas.
Y si usted es fanático de Atlético, seguramente, le hubiese gustado ver el encuentro de adelante hacia atrás. Rebobinado, como se decía en la era del VHS.
Para este ejercicio, por un momento debería olvidarse del gol de Sebastián Longo y centrarse en el juego del "decano". Así, si la cinta corriera al revés y arrancara por el segundo tiempo, vería primero un equipo que atacó a un rival con la soga al cuello y que estaba inquieto por marcar. Luego (en el primer tiempo) y al ver que el tanto no llega, vería a un Atlético más atrasado, intentando evitar que el esfuerzo haya sido en vano y tratando de traerse algo de la tierra del buen vino. Ello no quiere decir que el nivel del complemento haya sido extraordinario, pero las mejores situaciones las tuvo en ese lapso Atlético. Basta con decir que el equipo de Ricardo Rodríguez terminó jugando el partido como debería haberlo empezado. Y la diferencia de haberlo hecho a la inversa es grande. La tibieza "decana" del arranque, hablando cronológicamente, le permitió creer al local que se podía.
La confianza de Longo para esperar la pelota, luego de que se le escapara a Cacace en una acción sucia, no fue casual. Quedaron muchas dudas: ¿fue foul de Piriz Alvez al arquero? Si bien el golero se lleva puesto al artillero, el hecho de que el delantero se haya agachado juega a favor del 1. Igualmente y pese a las quejas, si Atlético hubiese empezado jugando como terminó, otra sería la historia.
Las claves
1- El gol del local es polémica pura, porque por un lado parece como si no hubiera carga y falta de Piriz Alvez a Cacace, que pierde el balón. Y el por el otro, el artillero dice que Dutari, que lo "topetea", no lo deja ver a Cacace.
2- El gol en Atlético sigue siendo un privilegio que únicamente Luis Rodríguez parece gozar. Ayer, "Pulguita" empezó jugando solo arriba y no bastó. Y cuando entró Maidana, "Jopo" tuvo una clarísima y falló. La historia de siempre.
3- Esta nueva expulsión de Galíndez no incidió en el resultado, pero sí es seguro que la situación terminó siendo frustrante para el "decano". El lateral había hecho un buen trabajo, hasta que se fue de sí y terminó viendo la roja.
4- Los 50 siguen siendo inalcanzables para Atlético. Y ahora, el margen para conseguirlos se redujo a dos partidos: Brown y Douglas. Deberá llegar como sea. Quedará muy comprometido la temporada que viene.