Aunque con un perfil un tanto más bajo que en 2012, la monarquía inglesa celebró ayer los 60 años de la coronación de la reina Isabel II, con una misa que ofició el arzobispo Justin Welby y a la que asistieron unos 2.000 invitados según consigna la agencia de noticias DPA.
El oficio religioso celebrado en la histórica abadía de Westminster fue el acto central de los festejos, que por cierto no fueron tan ampulosos como los del año pasado. La diferencia se debe a que la reina fue coronada el 2 de junio de 1953 (tenía apenas 27 años), aunque su ascenso al trono se había producido el 6 de febrero de 1952, fecha señalada como el principio de su reinado. De todos modos, una multitud se reunió en las puertas de la abadía para ver a la soberana de los 16 estados conocidos como Reinos de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth realms, en inglés), entre ellos el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
La misa fue una recreación de la ceremonia de coronación. En la ceremonia hubo himnos, oraciones y el arzobispo Welby recordó cómo fue aquel histórico 2 de junio, hace 60 años, la primera coronación que vieron por televisión 27 millones de británicos. "Era la primera vez que toda la nación veía lo que estaba ocurriendo", remarcó el religioso, antes de que el primer ministro británico, David Cameron, leyera un pasaje de la Biblia.
En la ceremonia se encontraba la familia real británica en pleno: el príncipe Carlos de Gales, sus hijos Harry y Guillermo y su esposa, la duquesa Catalina de Cambridge, que según lo previsto dará a luz a mediados de julio. También asistió el marido de la reina, Felipe de Edimburgo, príncipe de Gran Bretaña y duque de Edimburgo, que el lunes cumplirá 92 años.