BERLÍN, Alemania.- La lengua alemana está de luto por la desaparición de la que estaba considerada su palabra más larga, un amasijo de 63 letras equivalente en extensión a dos abecedarios y medio seguidos.
El preciado récord de longitud léxica en alemán correspondía a "Rindfleischetikettierungsüberwachungsaufgabenübertragungsgesetz", título de una normativa local que podría traducirse como "ley para la transferencia de tareas de supervisión en el etiquetado de la carne vacuna". Todo en una palabra.
También conocida con la no menos cacofónica abreviatura "RkReÜAÜG", la ley estaba vigente desde 1999 en el estado federado de Mecklemburgo-Antepomerania.
El parlamento regional decidió ahora reemplazarla ante un cambio en la normativa europea de control de ganado, enterrando al mismo tiempo la pequeña ley de seis párrafos, las risas de los legisladores y un tesoro lingüístico.
Entre las aspirantes al trono de palabra más larga del alemán los lingüistas sólo admiten términos utilizados alguna vez en un texto impreso.
"La mayor parte proviene de textos legales", explicó en Berlín el experto Anatol Stefanowitsch, reflejando dos amores de los alemanes: su lengua y las leyes complejas. Los tratados de Química son otro terreno fértil para términos que quitan el aliento a quien intenta pronunciarlos.
En otros ámbitos, sin embargo, la casualidad crea ejemplos menos ásperos y da lugar a pequeños poemas de una palabra, como en el caso bien conocido -y real- de "Donau-Dampfschifffahrtsgesellschaftskapitänswitwe": "La viuda del capitán de la sociedad de navegación a vapor por el río Danubio".
Las extensas palabras del alemán, motivo de burlas y juegos también para sus propios hablantes, se deben a una particularidad de esta lengua: su capacidad de inventar nuevos términos uniendo palabras hasta el infinito.
La Sociedad de la Lengua Alemana lo demostró acuñando en broma "Rindfleischetikettierungsüberwachungsaufgabenübertragungsgesetzesent wurfsdebattierklubdiskussionsstandsberichterstattungsgeldantragsformu lar".
Su traducción sería algo así como "formulario de solicitud de fondos para informar sobre el estado de la discusión en el club de debate sobre el proyecto de ley para la transferencia de tareas de supervisión en el etiquetado de la carne vacuna".
Mientras otras lenguas como el finlandés o el húngaro propician términos extensísimos, el español se muestra más modesto y la palabra más larga recogida en el diccionario de la Real Academia Española es "electroencefalografista", de "apenas" 23 letras.
En inglés, el diccionario Oxford recoge "pneumonoultramicroscopicsilicovolcanoconiosis", enfermedad de 45 letras.
En rigor, la ley "RkReÜAÜG" no llegó nunca a formar parte del diccionario que recoge las palabras oficiales del alemán, porque su uso no estaba suficientemente difundido.
El récord entre las que sí figuran en el diccionario sigue siendo para "Kraftfahrzeug-Haftpflichtversicherung" (Seguro de responsabilidad civil de automóviles), de 36 letras. DPA