La Cámara Tucumana de la Construcción celebró ayer el aniversario número 50 de la firma de su acta de constitutiva. En ese marco, el presidente de la entidad, Manuel Alvarez, estimó una recuperación de unos 4.500 puestos de trabajo en los próximos dos años, a partir del estímulo en la actividad, a través de las obras públicas, que intentará dar el Gobierno nacional a la provincia.
"Venimos de dos años de bajo nivel de trabajo, a tal punto que se perdieron 6.500 puestos de trabajo. Ahora se reactivó el mercado con la puesta en marcha de obras de viviendas y de otra índole en comunas y municipios. Eso hace que veamos un futuro promisorio, de dos años, por lo menos", dijo el directivo. "La industria de la construcción impacta de manera significativa en el día a día de los ciudadanos. Cuando hay obras públicas, no cobran solo las empresas, sino también los albañiles, los plomeros, los profesionales y el resto de la cadena comercial del sector. Es un sector dinamizador de la economía. El reclamo permanente es la falta de continuidad ante la oscilación que existe, con el fin de que no caigan los puestos de trabajo", agregó.
El empresario remarcó que esos 6.500 desocupados fueron producto de la caída de la obra pública; afirmó que la construcción privada sostuvo las actuales condiciones del mercado laboral.
Luego, en su discurso protocolar, Alvarez resaltó que las pequeñas y medianas empresas de la construcción han constituido la base del crecimiento económico, y por ellos son los que "más apoyo necesitan". En esa línea, pidió mayor participación en los planes de obras públicas provincial.
Resaltan la gestión estatal
El titular de la Cámara Tucumana de la Construcción realizó las últimas declaraciones en el acto oficial por el aniversario del ordenamiento de la entidad, donde también participaron el ministro de Economía, Jorge Jiménez, y el titular de Obras Públicas, Oscar Mirkin, entre otros funcionarios provinciales.
Jiménez calificó de positiva la relación entre las firmas privadas de la construcción y el Estado, a pesar de los "intereses contrapuestos". "La idea del Gobierno es seguir invirtiendo para la realización de obras, con el fin de lograr la inclusión", expresó el titular de la cartera económica, quien remarcó en tono de broma, que el Estado "seguirá cobrando los impuestos" -la presión fiscal es uno de los reclamos en el sector productivo tucumano-.
Mirkin, a su turno, recordó que durante la gestión de Julio Miranda, en momentos que integraba la Cámara, el sector reclamó al Gobierno el pago de $ 5 millones en bonos provinciales. "Nos tocó distribuir ese monto en 20 obras, lo que representó $ 200.000 por cada una", evocó. Con ese anécdota, el funcionario remarcó la inversión para los emprendimientos estatales que realizó el actual gobierno de José Alperovich, que alcanzó los 1.000 millones por año ($ 10.000 millones en 10 años). "Es abismal la diferencia", recalcó.