CONCEPCIÓN.- Una mañana de tensión se vivió ayer en esta ciudad. Más de un centenar de taxistas y transportistas rurales se unieron para bloquear el microcentro en demanda de mayor seguridad.
La manifestación se concretó luego de que el miércoles falleciera en el hospital Padilla el taxista Miguel Ángel Robles, de 48 años, a causa de las lesiones cerebrales que sufrió hace un mes al ser agredido durante un asalto, según denunció su esposa María Rosa Lezcano. La furia de los taxistas tuvo como blanco principal el Centro Judicial local. Además de la quema de cubiertas, lanzaron bombas de estruendo y una lluvia de huevos contra la fachada del edificio. Franco Moreno, vocero de los manifestantes, dijo que lo sucedido con Robles supera el límite de la tolerancia. "En primer lugar a nuestro compañero no le habrían recibido la denuncia en la comisaría local, porque fue hasta ahí y ahora no aparece. Y en el hospital tampoco fue atendido como correspondía al caso. De lo contrario estaría con vida", denunció el dirigente.
"Queremos que todas estas cuestiones se diluciden y se tomen las medidas necesarias contra los responsables de esta desgracia. Además exigimos que la Policía nos garantice seguridad. Que la Justicia, por su parte, no deje libre a los menores delincuentes. No podemos salir a trabajar sin saber si regresaremos", añadió.
Moreno participó de una reunión en Tribunales con el fiscal Fabián Rojas y el jefe de la Regional Sur, comisario Héctor Figueroa. En el encuentro, según dijo, la Justicia se comprometió a realizar todas las investigaciones necesarias sobre el caso. Al mismo tiempo se acordó una reunión con los cuatro fiscales de Instrucción para debatir acciones tendientes a mejorar la seguridad.
La viuda del taxista también estuvo en la protesta, a pesar de que su cónyuge era aún velado en su casa. Ella insistió en que Robles, luego de la agresión que sufrió en el asalto, fue al hospital en varias ocasiones y sólo le dieron calmantes para un fuerte dolor de cabeza. (C)