Los industriales tucumanos están preocupados. Durante el último fin de semana, se registraron cortes en el suministro de gas a los establecimientos que tienen el servicio interrumpible, pero además, hubo restricciones de hasta un 14% del fluido para aquellas compañías con contratos en firme. Se trata del primer corte de la temporada, aunque fuentes de la actividad aclararon que no fue de gran importancia, ya que las temperaturas no han sido muy bajas.
Sin embargo, hay otro factor que está agobiando a los industriales: el aumento para aquellos establecimientos que no acepten el corte del suministro. Fuentes de la actividad explicaron a LA GACETA que, en muchos casos, se usa más gas para sostener los niveles de productividad. Y, precisamente, el incremento a U$S 13,29 por el millón de BTU afectará, en particular, al consumo no autorizado. En otros términos, a aquellas industrias que, al recibir una indicación de restricción del consumo, no la cumplen. Se trata de una suerte de sanción económica que ahora aumenta en casi tres veces el valor vigente hace un año. Anoche, representantes de distintas actividades se reunieron en la sede de la Unión Industrial de Tucumán (UIT) para analizar el comunicado que les fuera remitido por la Unión Industrial Argentina (UIA). "Tenemos que hablar con Héctor Méndez (titular de la UIA) para establecer más detalles de estas disposiciones nacionales", manifestó anoche a LA GACETA Felipe Salas, de la UIT.
Fuentes de la actividad interpretaron que el aumento exponencial del gas de última instancia (GUI) es una suerte de abandono de la política de subsidio que se aplicaba, con el fin de mantener el ritmo productivo de la industria. El Estado, actualmente, paga cerca de U$S 11 por millón de BTU por el gas importado de Bolivia. Otros U$S 16 abona por el que llega en barco. El precio del GUI está en un promedio entre ambos costos. En otras palabras -especulan-, el Gobierno nacional está tratando de mitigar la pérdida por las importaciones del fluido.
Desde hace algunos meses, el Enarsa trata de incrementar el valor del gas de última instancia, como una manera de empujar a los establecimientos industriales a abandonar el sistema de las distribuidoras y que busquen el fluido en las petroleras o en las comercializadoras.
La decisión del Enargas llega en un momento en que, en Tucumán, se produjeron mínimas restricciones al servicio. Este fin de semana se restringió en un 14% el fluido para las compañías que cuentan con contratos en firme.