BOGOTÁ.- Siete meses después del inicio de las conversaciones formales de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), los colombianos recibieron con los pies en la tierra el primer acuerdo logrado, sobre el tema agrario.

Varios análisis apuntan a que las negociaciones tomarán ahora más fuerza, porque el primer punto de la agenda era el más complejo; pero también se señala que si se tardó tanto en llegar a un consenso, es previsible que falte mucho para la firma de la paz. Aún no se conocen detalles de lo pactado, pero se aborda la situación del pequeño productor; el acceso y distribución de las tierras; la lucha contra la pobreza; el estímulo a la producción y la reactivación de la economía rural, y la situación de los desplazados.

El alcalde izquierdista de Bogotá, Gustavo Petro, consideró que este acuerdo sobre la problemática rural "abre el camino del fin de la guerra, que han sido por la tierra". "Como en el feudalismo la tierra fue signo de poder, la paz llegará por democratizar la tierra", señaló el funcionario, que perteneció al Movimiento 19 de Abril (M-19), guerrilla que firmó la paz en 1990.

En cambio, el presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan), José Félix Lafaurie, aseveró: "desafortunadamente las FARC terminan llegando a un acuerdo reduccionista en esta materia, que no tiene nada que ver con lo que necesita Colombia". Es que el jefe de los negociadores del Gobierno, Humberto de la Calle, había dicho que "el acuerdo permite trasformar la realidad rural". Víctor Ricardo, ex Alto Comisionado para la Paz, pidió que el optimismo no sea desbordado, y negó que lo que venga ahora "sea apenas un asunto de mecánica". El segundo punto es la eventual desmovilización de los guerrilleros, y luego se abordará la solución al problema de las drogas ilícitas, la reparación a las víctimas y la validación de los acuerdos. Desde el exterior llegaron avales al diálogo. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y su par de la OEA), José Miguel Insulza, elogiaron el pacto; mientras que la Alta Representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, lo calificó de "crucial aunque parcial" y se mostró confiada en que "dé un nuevo ímpetu a las negociaciones de paz". (DPA-Télam)