La novela que tiene como protagonistas al comerciante Víctor Saad (fue quien aseguró haber cobrado los cheques de la empresa Basualdo SA) y a los inspectores de la Dirección de Producción y Saneamiento Ambiental (Dipsa), José Luis López y Gabriel Gerez (habrían participado como gestores en el cobro de tributos) sigue sumando nuevos capítulos, a medida que pasan los días.
En la edición de ayer, Saad no sólo aseguró que el empleado López fue quien le entregó los valores para que él los depositara en su cuenta del banco HSBC. El lavandero fue más allá y deslizó que López sería prestamista, además de empleado municipal. "Me dijo si quería un préstamo. Le dije que bueno. López me dijo que no me haga problemas, que él le solucionaba el tema (financiero) a mucha gente. Entonces me dijo que me podía prestar dinero con un interés, y por mi necesidad accedí. Me prestó $ 15.000 y me hizo firmar en garantía un pagaré por el monto de $ 43.200, narró Saad en el documento que fue entregado el viernes en la Fiscalía V, a cargo de Washington Navarro Dávila.
Por segunda vez, López le respondió a Saad a través de LA GACETA. "Nuevamente me encuentro sorprendido por las manifestaciones realizadas por el señor Víctor Saad en cuanto hace alusión a mi persona como 'usurero', descalificándome ante la sociedad y dañando mi buen nombre y honor. Esto es falso, porque soy una persona trabajadora que tiene un legajo intachable en los años que llevo trabajando como empleado público en la Municipalidad de San Miguel de Tucumán", le retrucó el inspector que fue separado de la Dipsa y que actualmente cumple funciones en la Dirección de Higiene Urbana de la capital.
"Que le quede claro a este señor que no va a lograr su propósito de involucrarme en maniobras de las que soy totalmente ajeno, y a las cuales desconozco por completo. No responderé más a sus inventos y mentiras y únicamente voy a dar mi testimonio ante la Justicia, porque siempre estaré a disposición de la Fiscalía V", se defendió López.
Por su parte, el abogado defensor del agente municipal, Tomás Robert, descalificó el escrito presentado por el abogado de Saad, Pablo Caram, en sede judicial y aseguró que el documento "no tiene ningún valor probatorio". "Como ya se expuso en su oportunidad, estamos en presencia de un escrito que no tiene ningún valor probatorio. Esto se debe a que no fue realizado espontáneamente por el señor Saad, sino por sus abogados, y carece de sustento legal por no encontrarse legislado en nuestro Código Procesal Penal como forma de declaración. En todo caso, esta persona debería responder ante el señor fiscal como testigo o imputado con todas las formalidades de ley", cuestionó Robert, ante una consulta de este diario.
Denuncian amenazas
Caram, el letrado que asesora a Saad, denunció que recibió un escrito anónimo amenazante.
"Desde que represento a Saad recibí numerosos mensajes de tinte mafioso. Uno de ellos decía que la corte con el tema de la Municipalidad. Personalmente les digo que continuaré hasta las últimas consecuencias", desafió.
Las claves del escándalo municipal
1- El conflicto entre la empresa Basualdo SA y la Municipalidad comenzó en 2011, a raíz de una deuda tributaria de más de $ 1 millón.
2- Según la investigación judicial, dos inspectores de la Dipsa habrían participado en una maniobra para desviar cheques la empresa.
3- Según consta en un expediente municipal, los cheques de Basualdo SA fueron cedidos a nombre de Víctor Saad.