El primer viaje de Los Pumas a Pensacola, allá por 2007, marcó un punto de inflexión. La preparación física premundialista en el centro Athletes Performance se tradujo en un bronce histórico en Francia, y en el nacimiento de una costumbre. Así las cosas, era solo cuestión de tiempo que la concentración en alguno de los centros de preparación profesional se extendiera a los Pumas versión seven, máxime considerando que hay un Mundial en puerta. Y en la lista de 26 viajantes que se trasladaron a la sucursal de Los Ángeles están los tucumanos Ezequiel Faralle, Javier Rojas y Ramiro Moyano.
"Es muy bueno que siendo jugadores amateurs tengamos esta posibilidad", destacó Faralle. "En el circuito el equipo alternó buenas y malas, así que creo que es necesario afinarlo un poco con esto antes del Mundial", completó Moyano.
"Todo lo que sé es porque me lo contaron. Debe ser increíble entrenar de forma 100% profesional, y nos va a venir muy bien", sintetizó Rojas, que al igual que Moyano arrastra el roce internacional de la Vodacom. "Esta etapa será para evaluar nuestro físico al extremo y para fortalecernos mentalmente al mismo tiempo", agregó el centro de Universitario.
"Va a ser muy duro, completamente distinto a lo que hacemos acá", se mentalizó por su parte el fullback de Lince. "Con el tiempo uno se va dando cuenta de que el rugby no es solo destreza. El jugador también puede aprender a resolver situaciones desde lo físico", analizó Moyano.
Faralle, por su parte, hizo hincapié en la necesidad de prolongar el ritmo. "El seven tiene cosas distintas, y creo que nos está faltando llegar en mejores condiciones a los tramos finales de los torneos. Hay que tener en cuenta que en el Mundial estarán los mejores en esta especialidad", advirtió el 10 de Huirapuca, quien confesó sentirse en su mejor momento y con margen para seguir creciendo.
Esto recién empieza: aún falta el corte final antes de viajar a Rusia, y una dura preparación. Pero en el Mundial estarán puestos los ojos del propio Santiago Phelan.