La tercera mano consecutiva jugada en casa está tan lejos de la primera como Atlético ayer del triunfo. Perdió y la bofetada no suena a novedad sino a decepción. La idea del grupo era otra, bien distinta al 0-1 sufrido ayer contra Patronato. Si uno perdió y otro ganó fue porque en cancha se impusieron varios factores: 1) La efectividad; 2) El juego asociado; 3) La defensa y 4) La suerte.
Atlético se descarriló al rato de salir del túnel. Se nubló ante un rival pícaro, bicho para cerrar los espacios y bien atrevido al momento de salir disparado de contra. Lucchetti, cuándo no, volvió a meter las manos donde deben estar para evitar la hecatombe. Así y todo, el "decano" se descoordinó solito. Estuvo largo, bien largo el equipo; falto de conexión entre el medio, la ofensiva y la defensa. Desarticulado en su columna vertebral, Patronato apeló a la sencilla: cortar todo lejos de su arco y apelar a la infracción táctica. Si el plan se fundía a mitad de camino, entonces, rompía el juego al límite y Atlético, con chance caliente en mano, la desperdiciaba.
Hubo dos chances clarísimas. Una en cada lapso. Herrera se anticipó bien en un córner pero su intentó voló por encima del horizontal. Luego, Maidana hizo toda la movida bien, tras un pase genial a la carrera de "Pulguita", pero su definición cruzada se perdió entre la línea de los suspiros y el palo más lejano de un Bértoli vencido. Atlético, con más ganas que fútbol, intentó imponerse, dominar. Lo hizo mal, porque constantemente sus ideas chocaban contra la pared movediza que iba de una banda a la otra, de mitad de cancha había abajo.
Lo de Patronato fue solidaridad pura. Se multiplicó en el terreno y esperó sus momentos. Malgastó demasiado, aunque eso fue hasta el ingreso de Carignano. Cabecita de fuego la de "Bombón", ésta conectó un recto al ángulo imposible para Lucchetti u otro arquero de alto perfil. Carignano rompía el cero, el empate y la puesta en escena de un Atlético seco de genialidades y millonario en desaciertos.
El equipo de "RR" perdió en todos los terrenos, además de los puntos. No supo quebrar la férrea y solidaria tarea de la zaga visitante y pecó de "generoso" cuando las chances de gol le tocaron la puerta. Las regaló al viento.
El objetivo de superar los 50 puntos está vivo. Lástima que el equipo dejó escapar dos lindas chances de sellar esa suerte contra Huracán y Patronato. De los últimos seis puntos de local, apenas quedó uno quedó en casa.
Ante la floja producción del 11 ideal, "RR" optó por pedir una mano a sus suplentes. No la consiguió, El ingreso de Carrizo y Pereyra no alteró el curso de la derrota. Quizás "Bambino" se destacó algo, pero algo nomás.
Regresar el "finde" que viene de Mendoza sin algo en el bolso sería comprometedor, pensando en el futuro. La mayoría quiere revancha, pero si la situación (los puntos) no ayudan, muchos se quedarán con las ganas.