El senador radical José Cano ya terminó de confirmar en su círculo íntimo que está decidido a ser candidato a diputado nacional en las elecciones de octubre. Pero para que esto se concrete de manera definitiva deben suceder, inexorablemente, dos cosas: que se conforme un gran frente opositor, por un lado, y que los dirigentes locales del PRO lo integren a como dé lugar, por el otro. A 17 días del vencimiento del plazo para la conformación de alianzas electorales -la fecha límite es el 12 de junio- los "Coti Nosiglia" comarcanos que el senador cuenta entre sus filas vienen, desde hace semanas, manteniendo reuniones con los popes locales del Peronismo Federal. Aquellos quienes hace más de una década fueron protagonistas en el manejo de los destinos de la provincia. De llegar a concretarse esta alianza antialperovichista, el ex senador nacional José Fernando Carbonell y el ex vicegobernador de Ramón "Palito" Ortega, Julio Díaz Lozano serán los encargados de colocar la pata peronista que sostenga a esta estructura aliancista. En este armado también asoman la cabeza otras figuras del pasado reciente, como el ex juez federal Ricardo Maturana y la ex legisladora Olijela del Valle Rivas. En esas negociaciones, los referentes del justicialismo ortodoxo aseguran que no tienen intenciones de ocupar ningún espacio "salible" en la nómina de candidatos. Los experimentados Carbonell y Díaz Lozano procuran, como estrategia política, reeditar un acuerdo "Perón-Frondizi" a la tucumana. El peronismo trabajaría para que el radical se transforme en una suerte de ariete electoral que rompa con los 10 años de hegemonía alperovichista en el manejo del poder. Porque si este frente -según especulan- logra superar la barrera de los 220.000 votos en octubre, y consigue colocar a dos diputados en el Congreso, a Cano se le despejaría el camino para pelear la gobernación en 2015. En tanto, los referentes del Peronismo Federal contarían con chances reales de pugnar por la recuperación del Partido Justicialista (PJ), hoy en manos del bettismo.

En esta alianza estratégica ya no hay cabida para la totalidad de los miembros del Frente Amplio Progresista (FAP). Con el Socialismo y el MP3 prácticamente afuera de cualquier acuerdo multipartidario, sólo queda en carrera el Movimiento Libres del Sur. Su referente, Federico Masso, está dispuesto a acompañar a Cano de manera incondicional. Hoy Masso es para Cano lo que Alperovich es para Susana Trimarco. Masso hará todo lo que el senador nacional le pida.

Si bien Cano aún no dijo a viva voz que será candidato a diputado, su ausencia en la locreada que el sábado organizó el diputado Juan Casañas en el Club Avellaneda Central lo confirmó. Cano no fue porque quien encabezará la nómina será él y no Casañas. Así de simple. No obstante, lo que el radical deber resolver aún es si será candidato testimonial o si asumirá en la Cámara Baja en caso de obtener el escaño. Si opta por ser postulante testimonial, porque contará con el apoyo del frente antialperovichista, la legisladora Silvia Elías de Pérez, quien integraría el segundo lugar de esa nómina opositora, también deberá merituar si acompaña a Cano en su cruzada testimonial. Sólo esta posibilidad beneficiaría a Casañas, de acuerdo al corrimiento de lista, si es que el agrodiputado acepta ocupar el tercer lugar de la nómina. De todas maneras, la última palabra la tendrá la UCR, porque si no hay consenso entre los radicales para conformar una lista de unidad, Cano, Elías de Pérez y Casañas deberán pelear ese lugar con otros dirigentes que también aspiran llegar al Congreso. Es el caso de Ariel García, Osvaldo Barreñada y Estéban Ávila, quienes ya dijeron que no le temen a la interna partidaria.