Desde la semana pasada, Tucumán se sumó a una práctica que promueve la solidaridad y la confianza. "Café Pendiente" consiste en que un cliente no sólo pague el café que consume, sino que deje abonados uno más o varios en carácter de "pendientes" para quienes no puedan pagarlos. Cuando las personas sin recursos económicos preguntan si hay algún café pendiente, el dueño de un bar o un mozo le sirve uno de estos en una taza o en un vaso descartable.

Las primeros bares tucumanos en adherirse a esta actividad importada de Italia ya tienen su logo identificatorio. Se trata de un adhesivo con la imagen de una taza de café con un corazón. Cada bar decide de qué manera irá contando los café pendientes: algunos propusieron escribir en una pizarra las donaciones y otros sugirieron que el cliente se lleve el ticket. En el perfil de Facebook de "Café Pendiente Tucumán" podés encontrar el listado actualizado de los bares adheridos.