"El CEO debe devolver su capacitación con resultados concretos para la empresa". Ricardo Greco Guiñazú, presidente de ADEN Business School, definió el rumbo actual de la formación para ejecutivos que tienen a su cargo la conducción de organizaciones. En diálogo con LA GACETA, el titular del instituto de negocios, que tiene una sede en Tucumán, también reflexionó sobre la necesidad de ajustar la capacitación de los ejecutivos en función del escenario económico y político del país, tan determinantes a la hora de medir la productividad de una compañía.

"La capacitación cambió en los últimos años. El objetivo ahora es impactar al alumno y lograr un cambio de conducta y de comportamiento. Cuando un directivo termina una etapa formativa, no significa que se debe volver más sabio, sino que debe convertirse en un mejor gerente para lograr resultados concretos en la organización", explicó el titular de ADEN.

Greco Guiñazú indicó que las nuevas tendencias de capacitación se desarrollan en torno a actividades, que permitan integrar a los asistentes, y que compitan entre ellos. "Se trabaja con simuladores basados en ejercicios de experiencias reales. Hay que sorprender al CEO con trabajos lúdicos, que le permitan alejarse de los celulares y de las tablets, porque son elementos de distracción", detalló.

El especialista remarcó la importancia de que la experiencia formativa pueda aplicarse a la realidad laboral. "El éxito en el ámbito dirigencial no tiene que ver sólo con el conocimiento, sino también con cambios de comportamiento. Por eso, la capacitación tiene que apuntar a la transferencia al lugar de trabajo. De este modo, puede impactar en resultados", señaló, y agregó: "antes la formación para ejecutivos apuntaba a la fidelización de la organización y a la retención de empleados. Ahora está orientada a conseguir resultados, ya sea mejorando las ventas, las utilidades, o bajando costos".

El experto detalló que las empresas consideran a la formación como una herramienta de gran utilidad, en la medida que haya mejoras de productividad, y subrayó que esto responde a una tendencia internacional. "Los profesores de ADEN, por ejemplo, afirman que quienes son mejores personas, son mejores gerentes, pero lo cierto es que las compañías pagan una formación para que los ejecutivos consigan resultados. Los directores de las áreas de Recursos Humanos deben demostrar que el aprendizaje no es un gasto sino una inversión", afirmó, y añadió que los empresarios que afrontan la capacitación de un CEO, requieren cambios tangibles. "De lo contrario, sienten que se malgastó la plata", concluyó.