"Mientras los reflejos ayuden, no hay límites para acelerar". Casi como un postulado, la frase que repiten quienes suman años y siguen acelerando (deportivamente hablando) en pistas y caminos guarda una vigencia que resiste el paso del tiempo. Como los propios protagonistas. Desde que las carreras de autos se hicieron populares en tiempos remotos, los casos de veteranos al volante se multiplican. En cantidad y calidad. Los últimos casos conocidos responden a dos pilotos con entidad propia en el país: Ernesto "Tito" Bessone, múltiple campeón de categorías de pista, volvió a pisar a fondo el acelerador de un coche en la Clase 3 del Turismo Nacional. Y René Zanatta, una leyenda que pasó por las motos y los coches pisteros, sigue sumando conquistas y se animó a las lanchas (desde el año pasado) y al rally (a partir de esta temporada).
Amor, pasión, locura, pertenencia, fuego sagrado. Palabras que grafican con solvencia lo que pasa por la cabeza de estos hombres que siguen a toda marcha, aunque las generaciones presentes impongan una presión que puede amedrentar a cualquiera. "¡Qué increíble! Ahora el viejo soy yo, y pensar que cuando comencé, en 1979, yo era Ernesto hijo, porque mi 'viejo' era el piloto conocido", recordó Bessone, de 55 años, que al llegar a San Luis (sede hoy de la fecha del TN) firmó autógrafos a todos, colegas y fanáticos. La referencia de "Tito" a su papá trae a escena a Ernesto Celestino Bessone, ya fallecido, que marcó un hito en el automovilismo argentino, al consagrarse campeón de la Clase 2 del TN a los 62 años. Un detalle: había comenzado a correr pasados los 50.
Si de longevidad se habla, bueno es recordar un dato que involucra al máximo referente argentino: Juan Manuel Fangio. "El Quíntuple" se mantiene como el piloto campeón más longevo de la historia de la F-1, con 46 años y 41 días. Hoy, el más "viejito" es el australiano Mark Webber, de 37. Y otra perla: los más viejos en competir en una carrera de la máxima fueron el monegasco Louis Chiron (55 años, nueve meses y 19 días) que llegó sexto en el Gran Premio de Mónaco en 1955, y el francés Phillipe Etancelin (55 años, seis meses, ocho días), en Francia '52.
La práctica de los deportes se inculca desde temprana edad como un buen modo de vencer el ocio, el sedentarismo y para cuidar el cuerpo y la mente. Que esa vitalidad que se adquiere resista el paso de los años ya es un mérito. En las actividades mecánicas hay material de sobra para avalar ese concepto.
Ricardo Collado - 63 años
Fórmula contra los dolores
"Ni yo me explico por qué me gusta tanto subirme a un auto de carrera. Y si bien cada día me cuesta más por una cuestión natural lógica, siento que rejuvenezco cada vez que lo hago. Me da la sensación que esta es la fórmula que encontré para que me olvide de los dolores corporales. Soy de los que no ve la hora de que lleguen las carreras, y cuando no hay ninguna, siento que me falta algo. Dentro de las posibilidades que tengo por mis obligaciones laborales, trato de correr todo lo posible. Recuerdo que empecé en esta actividad algo grande, a los 30, y lo hice cuando pude comprarme un auto. Lo primero que manejé fue un kart, y lo mío eran trompos puros al principio. Después creo que aprendí un poco y ya no paré más".
Miguel Reginato - 59 años
Mantiene en alto el espíritu
"Toda mi vida fui un deportista: hice rugby, atletismo, ciclismo y automovilismo. Todo esto me mantiene en alto el espíritu. En cualquiera de los casos, si uno le dedicó mucho tiempo y pasión a esto, es algo que se extraña cuando se deja. Por eso ocurre que uno siempre quiere volver. Sin embargo, a todo esto hay que tomarlo con mucha responsabilidad y respeto. Prudencia antes que nada. Para quienes tenemos algunos años encima, los reflejos para correr se mantienen pura y exclusivamente gracias a la competencia. Desde que comencé a los 16 años corriendo las 24 Horas Citroën, tuve algunas intermitencias. Pero nunca lo dejé del todo. Y mi actualidad en el rally se lo atribuyo en gran parte a la suerte. Sólo así explico que pueda darles pelea a los más jóvenes".
Ramón Olaz - 53 años
Esta locura nunca se pierde
"Estas cosas siempre dependen de la forma en la que uno practicó deportes a lo largo de los años. Muchos corren a una determinada edad porque económicamente pueden darse ese gusto, pero otros lo hacen movidos por la pasión. Si digo que, si el físico da, ambas cosas son aceptables y hay que darle para adelante. Yo estuve corriendo hasta fines del año pasado y como les ocurre a todos los que pasan por esta situación, tengo ganas de volver ya mismo. Quién sabe, en una de esas ocurre en poco tiempo. Esta locura de acelerar un auto de carreras nunca se pierde. Y si bien muchos podrían decir que se trata de algo que moviliza sólo a los que corren, llega un momento en que nos damos cuenta de que contamos con la fuerza que dan la familia y los amigos".
Datos curiosos
1- En MotoGP, el italiano Loris Capirossi corrió hasta los 37 años en muy buen nivel. Se retiró en 2010.
2- El estadounidense Colin Edwards aún sigue en carrera en MotoGP, con 39 años.
3- En 2011, Jorge José Perrone sorprendió en el Rally Dakar presentándose a correr con 74 años.
4- En la edición de 2013 del Dakar, el corredor más longevo fue Francisco Regunaschi: 71 años.
5- En la década del '50, era común encontrar pilotos de más de 50 años en las pistas de Fórmula 1.
6- El italiano Luigi Faioli tenía 53 años y 22 días cuando ganó el GP de Francia en 1951, con Alfa Romeo.