BUENOS AIRES.- En medio de la ira que provocó la quinta derrota consecutiva de Argentinos Juniors, que está a tres puntos de caer en zona de descenso, una dentadura postiza fue arrojada desde la platea contra el entrenador Ricardo Caruso Lombardi. Es que el "Bicho" cayó anoche por 3 a 1, de local, y se quedó sin margen para mantener la categoría.

Parte de la parcialidad local mostró su disconformismo durante el juego e incluso desde el lugar que ocupa la barra brava arrojaron bombas de humo y algunos proyectiles, que obligaron al Mauro Vigliano a suspender el partido durante cinco minutos cuando transcurrían 43 de la segunda etapa.

"Jugadores, jugadores, no se los decimos más, si nos mandan al descenso, qué quilombo se va a armar", corearon durante gran parte del segundo tiempo y luego del partido.

Caruso Lombardi aseguró que Argentinos "mereció mucho más". Respecto a la pelea directa con el "Rojo", el entrenador dijo que el conjunto de Avellaneda "tiene un plus". "Me sorprende jugar siempre después de ellos. Tenemos que hacerlo a la misma hora. Todos los quieren salvar a ellos, pero seguimos vivos. Los equipos que juegan con Independiente toman Lexotanil (un tranquilizante)", dijo.

Respecto a los insultos, dijo: "los insultos de la gente joden, pero son entendibles. Es por la desesperación. Pero nos quedan cinco finales y vamos a jugarlas como tal", concluyó. LA GACETA