MOORE, Estados Unidos.- Al menos 91 personas, entre ellas 20 niños, murieron por un enorme tornado de tres kilómetros de ancho que atravesó un suburbio de Oklahoma City, atrapando a las víctimas bajo los escombros.
El presidente Barack Obama declaró zona de desastre en Oklahoma, ordenando la entrega de ayuda federal para complementar los esfuerzos estatales y locales en Moore tras el paso del tornado más mortífero en Estados Unidos después del que dejó 161 muertos en Joplin, Misuri, hace dos años.
Los equipos de emergencia están buscando desesperadamente entre los restos de la Escuela Primaria Plaza Towers que recibió el impacto directo del tornado en la tarde de ayer, dijo el vicegobernador de Oklahoma, Todd Lamb, a la cadena CNN.
Además hay varios niños desaparecidos, aunque algunos pudieron salvarse. Un total de 75 alumnos y profesores habían buscado refugio en la escuela cuando el tornado se desató sobre la zona en la mañana del lunes.
El tornado se abatió sobre Moore con vientos de una velocidad de hasta 300 kilómetros por hora. El ojo del tornado tocó tierra, solamente durante 16 minutos. Luego recorrió 32 kilómetros y azotó las localidades de Newcastle y Moore. Las imágenes tomadas en Moore mostraban la columna oscura de enormes dimensiones que arrasaba casas, hacía volar por los aires los coches y no dejaba más que ruinas a su paso.
Fueron destruidas más de 300 casas y en Moore se interrumpieron todos los suministros de luz y agua. Solamente había electricidad de los generadores de emergencia. Debido a la falta de luz en las calles, los escombros permanecían a oscuras y se hacía muy difícil seguir la búsqueda de víctimas durante la noche.
Según las autoridades meteorológicas, el tornado llegó a la Fuerza 5, la mayor en la escala de ciclones. El camino que siguió coincidió además con el del peor tornado jamás vivido en Oklahoma en 1999, en el que murieron 36 personas y fueron destruidos más de 8.000 edificios. (Reuters-DPA)