AMMAN.- Miembros del grupo libanés Hezbollah y fuerzas del Gobierno de Damasco atacaron ayer una localidad controlada por los rebeldes sirios, al tiempo que Israel amenazó con tomar medidas en Siria para controlar a las milicias, dejando en evidencia el riesgo latente de un conflicto a gran escala en la región.

Activistas reportaron el enfrentamiento más sangriento en la guerra civil de Siria que involucró a Hezbollah, un grupo chiíta respaldado por Irán que, se cree, está ayudando al presidente Bashar al-Assad a asegurar un corredor vital en caso de que el país termine dividido.

En declaraciones desde Qusair cerca de la frontera con el valle de Bekaa en el Líbano, el activista Hadi Abdallah aseguró que aviones de guerra sirios bombardearon la localidad durante la mañana y que salvas de mortero caían en la zona a razón de hasta 50 por minuto. Al menos 32 personas murieron, apuntó.

"El Ejército está atacando Qusair con tanques y artillería desde el norte y el este, mientras que Hezbollah está disparando rondas de morteros y usando múltiples lanzadores de cohetes desde el sur y el oeste", relató.

Al Assad, en tanto, descartó la idea de que una conferencia de prensa impulsada por Rusia y EEUU en Ginebra -que podría celebrarse en junio ponga fin a los enfrentamientos, que están acentuando las tensiones sectarias entre sunníes y chiítas en todo el Cercano Oriente.

"Hay confusión en el mundo entre la solución política y el terrorismo. Ellos creen que una conferencia política detendrá el terrorismo sobre el terreno. Eso es irreal", señaló Al Assad en referencia al movimiento rebelde sirio, en una entrevista que dio al periódico argentino "Clarín".

Al Assad declaró que no habría "diálogo con terroristas" pero no estaba claro si accedería a enviar delegados a una conferencia que podría fracasar incluso antes de su inicio debido a los desacuerdos entre sus dos principales impulsores y sus aliados. La oposición siria buscará llegar a un acuerdo sobre su postura para la conferencia de paz en una reunión que comenzará el jueves en Estambul, durante la cual también nombrará un nuevo liderazgo.

Preparados

En tanto, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, señaló que su país se estaba "preparando para cualquier escenario" en Siria y sugirió la posibilidad de que se produzcan más ataques del Estado judío en territorio sirio para evitar que Hezbollah y otros grupos militantes obtengan armas avanzadas.

"Actuaremos para garantizar los intereses de seguridad de los ciudadanos de Israel en el futuro", aseveró Netanyahu.

Israel no confirmó ni negó los reportes de que atacó un centro de almacenaje de misiles enviados por Irán este mes, los cuales se cree que iban a ser entregados a Hezbollah, que se enfrentó en un breve guerra civil contra el Estado judío en 2006, y es aliado de Al Assad.

Ataques de tropas y milicias leales a Al Assad, que heredó el poder en Siria de manos de su padre en 2000, han puesto bajo presión a las brigadas insurgentes en varios de sus bastiones a lo largo del país de 21 millones de habitantes, la mayoría sunní.

En un intento por responder a los ataques, las fuentes de oposición dijeron que combatientes rebeldes habían secuestrado al padre del viceministro de Relaciones Exteriores Faisal Mekdad en la provincia de Derá, en uno de los numerosos raptos que se están llevando a cabo por parte de ambos bandos.

Naciones Unidas estima que al menos 80.000 personas han perdido la vida en el conflicto sirio, que comenzó con protestas pacíficas en contra de las cuatro décadas de Gobierno autoritario de la familia Al Assad. (Reuters)