El impacto fue muy fuerte. El discurso con el cual el Papa Francisco condenó el jueves lo que él llamó "la dictadura del dinero" repercutió en todo el mundo, pero principalmente en Europa, donde los índices de desocupación son cada vez más altos. Ayer, Francisco se hizo oír otra vez: afirmó que todos los seres humanos somos pecadores, pero que ser corrupto es otra cosa muy distinta.
En el discurso crítico al sistema financiero que pronunció el jueves, el Pontífice argentino denunció que existe una corrupción "tentacular". "Los pocos ricos son cada vez más ricos mientras la mayoría se debilita debido a la deformidad de la economía y las finanzas. El ser humano es considerado un bien de consumo que se puede usar y tirar. Hemos comenzado una cultura del descarte", había dicho.
Ayer, durante la misa que celebró en la residencia de Santa Marta, donde ha elegido vivir, Francisco volvió a referirse al tema. "El problema no es ser pecadores, sino no arrepentirse del pecado, no tener vergüenza de lo que hemos hecho", afirmó. En referencia al apóstol Pedro, Francisco aseguró: "Pedro era pecador, pero no corrupto, ¿eh? Pecadores, sí, todos: corruptos, no".
Por otra parte, ayer se inauguró una muestra sobre el gaucho argentino en El Vaticano. Se trata de una colección de 200 obras que incluye 70 objetos de plata, "pilchas" gauchesca (principalmente, distintos tipos de ponchos), boleadoras y otros objetos. Algunas de las obras de orfebrería pertenecen a colecciones privadas y otras a museos argentinos. Incluso hay cuatro caballos criollos fabricados con fibra de vidrio en tamaño natural con sus respectivas monturas y riendas.
Con motivo del Año de la Fe, el Papa convocó a una adoración universal que se realizará el domingo 2 de junio, día en que la mayor parte de la Iglesia Católica celebra la solemnidad del Corpus Christi. El objetivo es que todos los católicos del mundo se unan en oración al mismo tiempo. En Argentina, se harán las adoraciones a las 12 de ese día.