Más de 400 productores y referentes de la citricultura argentina se dieron cita en la tierra de las Cataratas para participar en el encuentro nacional, donde se expusieron trabajos de investigación. El VII Congreso Argentino de Citricultura, en Puerto Iguazú, comenzó el miércoles y finalizó ayer, con una recorrida por puntos de producción. Las dos primeras jornadas se dedicaron a disertaciones en el Centro de Eventos y Convenciones del Hotel Amerian. El encuentro sirvió para un intercambio de conocimientos con la presentación de más de 100 trabajos científicos desarrollados tanto en provincias argentinas -desde Tucumán asistió una delegación de investigadores- como en el exterior, fundamentalmente de Brasil. Tomás Haberle miembro del comité organizador destacó "la importancia de ser sede de este encuentro, radica en que en Misiones se hace bastante producción cítrica, básicamente con destino a exportación; si bien somos productores pequeños en comparación a otros puntos del país, tenemos la ventaja de que producimos variedades que son 'primicia', como la mandarina Okitsu, y con un esquema de asociativismo". También destacó el acompañamiento de los gobiernos que aportan desde distintos programas con desarrollos tecnológicos y control de plagas, así como subvenciones, para cumplir con los protocolos que exige la mercadería de exportación.