"¿Puedo decirles algo?", dijo "La Polla" apenas escuchó la condena a cuatro años de prisión por tener droga en su poder para venderla. "El juicio ha terminado", le explicó la jueza María Alicia Noli. La imputada se rió nerviosa por la respuesta, y cuando el tribunal se retiró de la sala, comenzó a llorar. Teresa Fernanda "La Polla" Anís fue condenada ayer porque en su casa hallaron un monedero en el que guardaba 15 pedazos de "tizas" de cocaína, en envoltorios plásticos. Por su parte, Alejandra del Valle "La Ale" Tártalo recibió una pena de cinco años y seis meses de prisión por tenencia de estupefacientes para su comercialización.
Aunque viven a cuatro cuadras de distancia en el barrio 11 de Marzo, las mujeres aseguraron que no se conocían hasta el 2 de octubre de 2010, cuando fueron detenidas luego de los allanamientos que realizó la Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop) en sus respectivos domicilios.
Denunica anónima
La causa se inció en 2009 por la denuncia anónima que había llegado a la Justicia Federal, en la que se acusaba a "El Garra" y a "El Loco" por la venta de droga en el barrio 11 de Marzo.
Los investigadores aseguraron que más tarde habían recibido información que señalaba a "La Polla" y a "La Ale" como las personas que le adquirían la droga a los dos sospechosos, para revenderla a los adictos del barrio.
La Policía realizó seis allanamientos simultáneos la noche del 2 de octubre de 2010 por orden del juez Federal Raúl Bejas. En tres de ellos fue negativo. En la casa de "El Loco" había droga, pero el hombre no estaba.
Nunca más fue involucrado en la investigación. "La Ale" trató de defenderse en el juicio oral aduciendo que la droga le pertenecía a una pareja ocasional que tenía, quien se había marchado 15 minutos antes de que llegaran los policías. "Quedé viuda joven y lo conocí en un momento muy difícil. Si callé y no lo denuncié fue por miedo, estaba amenazada y me golpeaba. Lo soportaba por necesidad, porque él mantenía a mi familia", dijo la acusada.
Sin embargo, su versión no fue probada en la causa. Para el fiscal Leopoldo Peralta Palma ni siquiera se sabe si esa persona existe. En la casa de "La Ale", en Olleros al 1.400, los policías tuvieron que romper la reja que protegía la puerta de entrada, ya que no les quisieron abrir.
Una mujer mayor, según dijeron los testigos, tiraba marihuana en una pileta tratando de esconderla en el resumidero cuando entró la Digedrop. La droga encontrada en la casa alcanzaba para fabricar más de 5.000 "porros" de marihuana y 1.290 dosis intranasales de cocaína. Además, tenía $19.160,70.
"La Polla", por su parte, vive en Olleros al 1.000. Sólo le hallaron las tizas de cocaína en el monedero y $ 607 que guardaba en el corpiño. La mujer dijo que eran para consumo personal, ya que era adicta a esa sustancia. "Le compraba a un chico en el baile. En ese tiempo me cobraba $ 60 cada tiza", declaró.
El fiscal dijo que la droga estaba preparadas para la venta. De esa manera, trató de echar por tierra la versión del consumo personal. La defensora Oficial Pamela Tenreyro reconoció el hallazgo de la droga, pero pidió que las condenas sean por tenencia simple o tenencia para consumo, ya que no se habría demostrado la comercialización.
El Tribunal Oral Federal en lo Penal de Tucumán, integrado por Noli, Gabriel Casas y Carlos Jiménez Montilla, se inclinó por la posición del fiscal y las condenó. "La Polla" y "La Ale" gozan de prisión domiciliaria porque tienen hijos menores de edad. Ayer a la tarde, se fueron en silencio por una puerta lateral, con la palabra "culpables" retumbándoles en el oído.