Barcelona todavía está lamentándose: ganó el torneo, pero se quedó sin Liga de Campeones, mientras Lionel Messi miraba desde el banco. La imagen simbolizaba la temporada: sin su estrella, no conseguiría su máximo objetivo. Miles de kilómetros hacia acá, Atlético vive algo similar, salvando las distancias que separan realidades opuestas, pero que se explica así: Messi es a Barcelona lo que Luis Rodríguez es a Atlético.
"Pulguita" es indispensable para el equipo de "RR", pero ya lo es de manera negativa. ¿Quién hace los goles si no los hace él? No hay muchos. Lo mismo se preguntó el diario "El País" (Madrid) sobre Messi, y dio con que "Leo" hizo el 40,5% de los goles del equipo en la temporada. Nada para criticarle, aunque el intertexto es claro: a su alrededor no hay una contención goleadora que ayude al equipo cuando él no está. Más grave es lo del "decano" cuya estrella convirtió 17 de los 38 goles en el torneo (casi el 45%). Diferente a lo de Central, el líder de la B Nacional: no tiene artilleros entre los 21 primeros. Su goleo es tan repartido que cuando uno falla, aparece otro: dos hombres con 6, tres con 5, uno con 4 y dos con 3. También disímil a lo que hizo Atlético en 2009: Rodríguez hizo 20 pero sólo significaron el 33,8% del total. Claudio Sarría ayudó con 10 más, algo que hoy no pasa. ¿Tiene tiempo para abrir el juego?