Cada vez que debe elaborarse un plan de acción, todo ejecutivo necesita realizarse ciertas preguntas para evaluar el posible impacto de su proyecto. Juan Carlos Acosta, de la consultora www.capacitarseonline.com, sugiere algunas antes de tomar decisiones ejecutivas:
• ¿Dispone de suficiente personal para implantar el plan de acción?
• ¿El personal tiene suficiente formación para afrontar los retos del plan?
• ¿Se ha redactado el plan de tal forma que quienes se implicarán en su ejecución lo pueden comprender sin problemas?
• ¿Es el plan suficientemente explícito respecto a las cosas que debe hacer cada persona?
• ¿Implica a todas las personas necesarias: directivos, empleados, clientes, vendedores, etcétera?
• El calendario de actividades, ¿es realista y factible?
• ¿Quién debe ser informado sobre la implantación del plan?
• ¿Quién será la persona responsable por la ejecución de cada fase del plan?
• ¿Cuáles son los costos que implica la implantación?
Un aspecto importante de la evaluación, dice Acosta, consiste en detectar y prever los problemas que podrían presentarse en la implantación del plan (no recibir materiales o equipos a tiempo, luchas por el poder entre los directivos o empleados o deficientes comunicaciones internas. Ante cada uno de los posibles problemas, la solución radica en contestar (antes de que se implante el plan), indica. Entonces surgen otras: ¿qué haremos?, ¿qué acción alternativa ejecutaremos para impedir que se altere la implantación del plan?