Suenan Los Auténticos Decadentes. Cristina Lescano oficia de anfitriona del boliche ubicado sobre la Ruta 9 y se ofrece a hacer un "city tour" por las instalaciones. Explica que hace lo mismo con todos los clientes nuevos, pero en este caso no se despega ni un segundo de los periodistas de LA GACETA, a pesar de haber dado ya varias vueltas por el local. La cincuentona RR.PP., una estrella fugaz que saluda a cuatro manos y recibe piropos de todos los flancos, quiere asegurarse de que las cámaras no "incomoden" a nadie. "Es que acá valoramos mucho la discreción, y antes de tomar una foto pedimos permiso. Algunos se hacen humo y otros se prenden. Y bueno... cada uno sabrá", dice "Cris".

La misión era recorrer la noche y descubrir los lugares donde la gente de 35 o 40 para arriba puede respirar aire de boliche y bailar como si tuviera 20. Boliches "para gente grande", como les dicen (y al que no le quepa el sayo que se lo quite). Propuestas de este tipo no sobran en Tucumán, y los cuarentones que todavía sienten la fiebre de sábado por la noche lo destacan cada vez que tienen oportunidad.

Suena Heleno ("Iba yo paseando vidrieras mirando...") "En realidad, opciones para gente de nuestra edad casi no hay. Sólo las fiestas retro que se hacen de vez en cuando. Los demás son boliches que se promocionan para mayores de 25, pero eso no dura más de dos o tres fines de semana. Después vas y te encontrás con los amigos de tu hija y te sentís una desubicada", fustiga Paula (no quiere que se publique su apellido). Tiene 40 años, una hija de 16, y está "en libertad" hace 15. Para ella, la alternativa es el asado entre amigos en alguna casa, aunque le encantaría tener un lugar para ir a bailar.

Suenan Las Primas. Cristina, la RRPP, tiene una explicación a la apreciación de Paula: "Yesterday comenzó siendo para mayores de 35, pero es difícil sostenerlo. La gente grande sale pero nunca tanto como los más jóvenes y los empresarios necesitan tener más gente. Los más chicos te terminan invadiendo, es inevitable", afirma.

Los clientes de Yesterday, el boliche que aparece en boca de todos los consultados, destacan algo: "si bien hay gente de todas las edades, hay una sana convivencia, aunque estamos un tanto separados los más grandes de los más chicos. Buscamos cosas diferentes", explica Karina Jotar, de 37 años.

¿Por qué esta necesidad de lugares exclusivos para "gente grande"? "¡Porque una piba de 20 es competencia desleal!", responde, entre risas, Estela Romano. Tiene 42 años, está casada, pero cuando puede "se escapa con permiso" a Speranto, en avenida Belgrano y América. Ahí, definitivamente, no se puede entrar con cámaras. "Disculpen, pero es que hay gente...", dice Eli García Navarro, la propietaria. El cronista la ayuda a completar la frase: "¿de trampa?" "Y sí", admite. De todos modos, invita a recorrer el boliche y a conversar con sus clientes. El lugar es más chico, más intimista, más "boliche" que Yesterday. Como en este último, la música que pasan es de una variedad amplísima: desde cumbias y cuartetos hasta los olvidados lentos al promediar la noche. La corta noche, que también lo es para los cuarentones.

"Antes de este boliche teníamos una bailanta en la zona del Casino -cuenta Eli- pero la cerramos. Nos cansamos de los líos. Acá es una lucha por mantener la edad del público: de 25 en adelante, pero es mucho más tranquilo", cuenta.

Inlcuso cuando en ocasiones llegan esposas a sacar maridos de las orejas, el boliche que ya lleva tres años es más tranquilo. "Una vez llegó una chica a buscar a su marido, con su nena en brazos, y exigía entrar. No podíamos dejarla pasar con la nena... nos insultó en todos los idiomas", recuerda divertida Eli. Gajes del oficio. Su función, como la de Cristina, es ser ciega, sordas y muda. Sin conocerse, ambas dicen lo mismo.

Suena algún lento de los 80. Los "mayores" no tienen tiempo de comenzar a apretar cuando ya se han prendido las luces. Se terminó la noche. "¿Hay after?" "Naaa, qué after. Cuando mucho, alguien que me acompañe a mi casa. En eso estamos", se despide Alberto, de 45 años.

- ¿Tu apellido, Alberto?

- ¿Vos estás loco?

SOLOS O EN PAREJAS

- A metros de la plaza Urquiza.- Uno de los lugares más mencionados por los consultados por LA GACETA es Beckett's, en 25 de Mayo 783. Los fines de semana hay cena show con música y humor en vivo y, alrededor de las 2, se arma el baile hasta el cierre. Algo similar ofrece la parrillada El Fondo (San Martín 848).

- Para bailar folclore.- Dos peñas folclóricas para los que gustan de la danza criolla son los más mencionados por estos tiempos. Ambas son tradicionales: La casa de Yamil, en calle España 153, que acaba de cumplir 10 años y El Alto de la Lechuza, en 24 de Septiembre y Marco Avellaneda. Esta última está en refacciones y también acaba de cumplir años. Pronto volverá a entrar en acción.

- Disco pub.- En Santiago al 1.600 (esquina Lucas Córdoba) se encuentra Diógenes disco pub, otra propuesta para mayores de 25 años.

- Parejas que se divierten.- Hugo y Ana de 54 y 52 años, cuentan que al menos una vez al mes salen a bailar juntos y la pasan "de diez". "Nos gusta, eso sí, tener un lugar para sentarnos y estar tranquilos. Salir a bailar es recordar los viejos tiempos, boliches como Petruska, que marcaron nuestra juventud", dice Hugo.

- ¿Qué es lo que buscan?.- Cristina Lescano y Eli García Navarro, RR.PP. de Yesterday y propietaria de Speranto, respectivamente, coinciden en que la gente grande busca música de los 70, los 80 y los 90, mesas para sentarse y que se respete la consigna de la edad, dentro de lo posible. Algunos, además, son "jodidos" con que le sirvan los tragos en vasos de vidrio. Ricardo Gutiérrez, de 52 años y habitué de Yesterday, confiesa que la música es fundamental para recordar sus años dorados. Él es de Mendoza y cuando viene a Tucumán se escapa solo a ese boliche. Respecto del "levante" contesta: "los caballeros no tienen memoria".