"Jefe, este se hace el vivo, lo llevemos a la base". La frase que escuchó la víctima de un asalto terminó de confirmar sus sospechas. Los términos usados eran los propios de la jerga policial, y antes de que lo ataran y le vendaran los ojos, había alcanzado a ver distintivos de la fuerza en la ropa de los ladrones.
El caso ocurrió en febrero de 2012 en una casa del barrio San Fernando, al sur de la ciudad. Un mes más tarde, cuando la víctima participó de una protesta de vecinos frente a la seccional 13ª, por la inseguridad de la zona, reconoció a uno de los ladrones, que estaba preso por otro asalto.
El sospechoso, Manuel Maltés, es la misma persona que habría participado del robo que sufrió Julia María Paz en su casa del country Jockey Club, en septiembre del año pasado. La fiscala Adriana Giannoni, que investiga este último caso, sumó ahora otros hechos que vincularían al detenido con policías, quienes le habrían permitido que saliera de la celda para robar.
Causas adjuntadas
Fuentes de la investigación comentaron que Giannoni adjuntó las dos causas que pesan sobre el detenido, las que se sumaron a la investigación contra los 18 policías de la Dirección General de Investigaciones que estuvieron de guardia entre el 14 y el 16 de septiembre, cuando se produjo el robo a Paz.
Una huella dactilar hallada en el lugar del hecho permitió llegar a Maltés, quien estaba detenido en la alcaidía de la Dirección General de Investigaciones desde marzo de 2012. Al comprobar esa información, Giannoni ordenó su inmediato traslado al penal de Villa Urquiza, de donde fue sacado el fin de semana pasado, ante las sospechas de que podrían atentar contra su vida. Su actual alojamiento se mantiene bajo la más estricta reserva.
Ante esto, la investigación se centró en los policías, que le habrían permitido que saliera de su encierro para robar. Giannoni sospecha que se trataría de un modus operandi de los policías. Maltés había sido detenido por el asalto a una forrajería ocurrido el 14 de marzo de 2012, en el barrio San Fernando. Los ladrones habían maniatado a una familia y les habían vendado los ojos. Las víctimas habían manifestado que creían haber visto distintivos policiales en algunos de los asaltantes. El secuestro del auto que habían utilizado para el asalto permitió llegar hasta el sospechoso, quien fue detenido junto a una mujer por el hecho.
Idéntico asalto
Maltés también estaba mencionado en otra causa. El asalto había ocurrido el 19 de febrero de 2012 a una cuadra del robo ocurrido un mes después. El modus operandi fue similar. La víctima, cuando había realizado la denuncia en la seccional 13a, dijo que podía reconocer a dos personas. Justamente, Maltés fue identificado cuando se realizaba la protesta, y los policías lo subían esposado a un patrullero.
La segunda persona que la víctima aseguró que podía identificar es a quien le decían "jefe". Cuando estaba atado a la cama se le corrió la venda que le habían puesto, y pudo verle la cara.
Esa causa se encontraba en la fiscalía de Instrucción de la I° Nominación, a cargo de Marta Mariana Rivadeneira. Giannoni la adjuntó a los otros expedientes. Un dato que llamó la atención a los investigadores fue que el expediente fue elevado a tribunales un mes después de que se realizara la denuncia, según comentaron las fuentes consultadas. Esta semana se levantaría el secreto de sumario, y se conocerá cuáles de los 18 efectivos sospechados estarían involucrados en el robo al country.