Una calle nueva, un cruce que se abre y otro que se cierra, el nacimiento de una nueva plaza, cercas de obras que ocultan un basural y la expectativa de que una manzana abandonada se convierta en algo grande, chico o mediano, pero mejor que lo que hay ahora. Todo esto ocurre en las inmediaciones del parque Avellaneda, una zona que se está transformando entre certezas e incertidumbres.
El primer cambio que se concretará en pocos días será la habilitación de la Lucas Córdoba. En la Municipalidad calculan que dentro de una semana los vehículos podrán empezar a circular por la calzada que fue abierta a través del parque Avellaneda.
En este momento los operarios están aguardando que termine de fraguar el hormigón de las intersecciones con Mate de Luna y con San Martín, y que concluya la apertura de la platabanda. Es que cuando la primera cuadra de Lucas Córdoba sea inaugurada, los conductores ya no podrán atravesar la avenida de norte a sur por Asunción-pasaje Cervantes, como ocurre actualmente, sino que lo harán por Lucas Córdoba-Próspero Mena, que está 50 metros al este. De hecho, en cuanto se habilite el nuevo cruce será cerrado el de Asunción y sus semáforos dejarán de funcionar (los de Lucas Córdoba ya operan, pero todavía en intermitente). Ayer por la mañana, las máquinas extraían tierra para construir un acceso a la Maternidad desde Lucas Córdoba.
Según el subsecretario de Planificación Urbana de la Municipalidad, Luis Lobo Chaklián, la nueva cuadra ayudará a descongestionar la avenida Mitre y mejorará la comunicación entre el norte y el sur. De todos modos, desde el inicio de los trabajos la obra ha sido muy cuestionada. Por un lado, debido a la extracción de 11 árboles y de cinco arbustos que implicó la construcción. Por el otro, porque no quedaba claro si el predio estaba protegido por la ley de Patrimonio. Finalmente, la Fiscalía de Estado determinó que la norma no abarca al sector del parque en el que se abrió la calle.
En una zona en la que desde algunos años se vienen levantando edificios nuevos, la aparición de un grupo de cercas de obra en particular generó muchas preguntas. Lógico: se trata de las que están en el predio abandonado de la ex Papelera. Fueron instaladas en la cuadra que da a la Mate de Luna e inmediatamente despertaron ilusiones y broncas entre quienes viven cerca de la manzana ubicada entre Pellegrini, Crisóstomo Álvarez y Matienzo. "Es necesario que hagan algo ya. Hay asaltos todos los días; escuchamos los gritos de las víctimas desde nuestras casas", contó angustiada una vecina que prefirió no identificarse. En el lavadero de autos que funciona en el predio dijeron que nadie les comunicó que vaya a concretarse una obra en el corto plazo.
El corazón de esa manzana está podrido: los carreros arrojan basura a diario; ese problema se suma al hecho de que algunas personas lo convirtieron en su hogar y a los atracos que se producen. "Vi funcionar la papelera y fui testigo de la decadencia del predio (el edificio fue demolido en 2000). Ojalá que construyan algo lindo o que por lo menos lo cerquen para que desaparezca el basural", se ilusionó Ludovico Véliz, un ex vecino que se mudó a Lomas de Tafí.
En la Municipalidad informaron que los dueños del terreno sólo pidieron un permiso para cercar la zona y que, a partir de ahora, la Intendencia ya no se ocupa de la limpieza. Desde el año pasado se habla de que es posible que en ese lugar se realice un emprendimiento comercial a gran escala, pero todavía no se conoce ningún proyecto en concreto.