En general, los robos son realizados al azar, pero los delincuentes se toman algunos instantes para hacer un estudio de su futura víctima. Estar atento es una de las mejores armas para afrontar una situación de riesgo, señalan los profesores de artes marciales. Y aunque siempre aconsejan no resistirse a un robo, señalan que si la persona decide defenderse tiene que ser muy contundente.
"El factor sorpresa es fundamental. Hay que atacar las partes vitales y sensibles del cuerpo: por ejemplo, una fuerza mínima puede tener un impacto importante si está concentrada hacia el cuello, hacia los ojos del atacante o hacia su ingle", grafica Carlos Centeno, instructor de Taekwondo.
Igualmente Centeno aconseja ayudar al agresor, verlo como un ser humano, tratar de manejar la situación sin tener que enfrentarlo. "No hay que perder de vista que una vida no se repone", aclara.
Un ataque indiscriminado debe ser rechazado por su ineficacia y el consumo inútil de energía, sostiene José David Rodríguez, profesor de Kung Fu. Les enseña a sus alumnos a defenderse en situaciones concretas: cómo alejar con una patada a un atacante o cómo reducir al agresor. Según Rodríguez, en el supuesto caso de necesitar defenderse de un ataque, se debe ser preciso y capaz de inmovilizar al agresor con un solo golpe, bloqueo o palanca (según el caso). A los alumnos se les enseña principalmente a sentirse más seguros. Y aprenden cuáles son los puntos vitales: los mayores son aquellos que al ser atacados pueden sufrir lesiones fuertes, mientras que los menores son los que al ser atacados producen un intenso dolor e incapacidad temporal, pero sin riesgo de vida.
En Aikido también se enseñan técnicas prácticas sobre cómo inmovilizar a alguien que tira un golpe y cómo esquivar un ataque, indicó el sensei Adolfo Anta.
Cómo se dividen
Las artes marciales están divididas en dos grupos: las de defensa y las de ataque. Entre las primeras se encuentran el Aikido y el Judo. El Karate, el Kung Fu y el Taekwondo son de ataque. Aunque no tiene el status de arte marcial, el full contact también es de ataque. ¿Cuál es la más eficaz? Depende de quién conteste, coinciden los entrenadores.
Las artes marciales se practican de forma delicada y siempre se enseñan acompañadas de una filosofía de vida. Los alumnos nunca se pegan entre ellos y aprenden tomas que no siempre podrán repetir en la calle, aclararon los instructores.
"El factor sorpresa es fundamental. Hay que atacar las partes vitales y sensibles del cuerpo: por ejemplo, una fuerza mínima puede tener un impacto importante si está concentrada hacia el cuello, hacia los ojos del atacante o hacia su ingle", grafica Carlos Centeno, instructor de Taekwondo.
Igualmente Centeno aconseja ayudar al agresor, verlo como un ser humano, tratar de manejar la situación sin tener que enfrentarlo. "No hay que perder de vista que una vida no se repone", aclara.
Un ataque indiscriminado debe ser rechazado por su ineficacia y el consumo inútil de energía, sostiene José David Rodríguez, profesor de Kung Fu. Les enseña a sus alumnos a defenderse en situaciones concretas: cómo alejar con una patada a un atacante o cómo reducir al agresor. Según Rodríguez, en el supuesto caso de necesitar defenderse de un ataque, se debe ser preciso y capaz de inmovilizar al agresor con un solo golpe, bloqueo o palanca (según el caso). A los alumnos se les enseña principalmente a sentirse más seguros. Y aprenden cuáles son los puntos vitales: los mayores son aquellos que al ser atacados pueden sufrir lesiones fuertes, mientras que los menores son los que al ser atacados producen un intenso dolor e incapacidad temporal, pero sin riesgo de vida.
En Aikido también se enseñan técnicas prácticas sobre cómo inmovilizar a alguien que tira un golpe y cómo esquivar un ataque, indicó el sensei Adolfo Anta.
Cómo se dividen
Las artes marciales están divididas en dos grupos: las de defensa y las de ataque. Entre las primeras se encuentran el Aikido y el Judo. El Karate, el Kung Fu y el Taekwondo son de ataque. Aunque no tiene el status de arte marcial, el full contact también es de ataque. ¿Cuál es la más eficaz? Depende de quién conteste, coinciden los entrenadores.
Las artes marciales se practican de forma delicada y siempre se enseñan acompañadas de una filosofía de vida. Los alumnos nunca se pegan entre ellos y aprenden tomas que no siempre podrán repetir en la calle, aclararon los instructores.