"Hay una generación - la de los jóvenes- que, después de que cumpla 40 años va a padecer de zumbidos en los oídos, debido al mal uso y abuso de los dispositivos tecnológicos, como el celular, los videojuegos y por la vida nocturna", sentenció el otorrinolaringólogo Victorio Stok. El facultativo que preside la Fundación Integrar, destinada a la atención de hipoacúsicos y sordos de Tucumán, opinó que estudios mundiales advierten que después del 2033, entre el 43% el 48% de la población mundial va a sufrir algún déficit auditivo y se calcula que van a necesitar un audífono para poder seguir escuchando y comprendiendo lo que oye. Stok aseguró que las causa principal de este diagnóstico se debe a la forma de vida que llevan los jóvenes, hoy: uso y abuso de los celulares y auriculares y los condimentos de la vida nocturna, como la música a altos decibeles y el al alcohol, sumada a la contaminación sonora del ambiente. El médico sostuvo que los lugares de trabajo también suman sus cuotas de afectación. Contó que pacientes que trabajaban en los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo lo consultaron acerca de un déficit de audición. "En realidad no es que no escuchaban, sino que no entendían lo que les hablaban", dijo.
Reconoció que la contaminación sonora en San Miguel de Tucumán suma y mucho a esta problemática "porque no hay control", y también el modo de relacionarse. "Hay una cultura del grito: los chicos en las escuelas no hablan, gritan, reflejo de cómo son los modelos de comunicación de los adultos", dijo Stok, director del Departamento de Implantes auditivos, de un instituto privado.
Diagnóstico precoz
El médico sostiene que la otra cara de la problemática es la hipoacusia y la sordera. "Entre uno a cuatro de cada 1.000 chicos tienen trastorno de audición, por lo que en su desarrollo tienen serios problemas de lenguaje. Por eso es muy importante la realización del diagnóstico", agregó. Liliana, docente, contó que su hija, Guadalupe, nació con hipoacusia irreversible de los dos oídos. No recibió diagnóstico al nacer. "Perdí más de un año buscando certezas, porque mi hija no podía caminar, se caía", dijo. A los tres años tomó contacto con los médicos de la Fundación Integrar donde le realizaron el diagnóstico y fue implantada en un oído. "Cuatro meses antes usó audífonos; ahora tiene 7 años y es uno de los mejores promedio en una escuela común. Nunca fue a establecimientos diferenciales. Ya estamos gestionando el implante del otro oído", dijo la mamá. La Ley 25.415 expresa que es obligatorio los estudios de diagnóstico como el screening auditivo a los recién nacidos. Obliga a las Obras Sociales y al Estado a brindar cobertura gratuita, y además, garantizar el seguimiento de los hipoacúsicos y sordos.
"Un niño que recibe a tiempo la atención médica tiene mayor probabilidad en el futuro para realizar una vida social, familiar y escolar como cualquier niño oyente; es un derecho al igual que los adultos de tener una cobertura, acceder a un audífono y, en el caso en que se requiera, cubrir el implante", indicó Stok. El médico destacó la importancia del diagnóstico al nacer, porque va a favorecer la calidad de vida de los niños, con posibles afecciones.
En la Maternidad, por ejemplo, de acuerdo a lo que dijo la directora, Rossana Chahla, se realiza el screening auditivo obligatorio, desde hace 10 años, en la misma institución o en el Hospital de Niños. "Primero lo hicimos en forma artesanal (estimulación), y ahora usamos la aparatología, pero con turnos diferidos", indicó. Lo que indica la ley es que el niño bien nazca reciba esa atención. "El problema es que muchas veces las mamás no vuelven y el niño queda sin diagnóstico; sobre todo aquellos de familias pobres que no pueden hacerlo a nivel privado", sostuvo Stok.
Por ley, la cobertura a los hipoacúsicos es gratuita
Las obras sociales (OS) y asociaciones de OS que están regidas por leyes nacionales, y las de medicina prepaga, deben brindar obligatoriamente las prestaciones establecidas en la ley, que están incorporadas al Programa Médico Obligatorio (PMO), incluyendo la provisión de audífonos, prótesis, implante coclear, y la posterior rehabilitación, fonoaudiológica, psicológica y escolar, explicó a LA GACETA, la audióloga Margarita Pastoriza Ferro. La profesional es Miembro del Equipo Tucumano Interdisciplinario de Implante Coclear (EPIIC), que dirige Leopoldo Cordero, del Hospital Garrahan, de Buenos Aires, y cuyo subdirector es Mario Kahn, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Padilla, donde también se realizan implantes. Pastoriza Ferro indicó que los sistemas de salud nacional y provinciales están cumpliendo con la ley, y entregando audífonos. En cuanto a las OS que reciben Asistencia de Prestaciones Especiales (APE) cumplen con la ley. Explicó que las OS no sindicales, y prepagas también están obligadas. "En cambio el PROFE, que es el programa federal de salud, cubre únicamente el implante", indicó. En Tucumán, se hace screening en los hospitales: Maternidad, Avellaneda y en el Hospital de Niños.
La profesional explicó que a diferencia de países como Bolivia y Paraguay, que no dan cobertura gratuita de ningún tipo, Argentina, Colombia y Brasil, brindan cobertura total. En el caso de Chile y Uruguay, el Estado asigna cierta cantidad de implantes, porque tienen cupos.
"En Argentina hay alrededor de 4.500 implantados, y por año se realizan entre 700 a 800 implantes", indicó la profesional.
Dijo que Tucumán, por lo general no hay dificultades. "Hay déficit de aparatos de diagnóstico (están rotos); en la Maternidad hay uno solo, y esto explica que no den abasto y se tenga que dar turnos diferidos. Lo ideal es que se realice el diagnóstico bien nace el bebé y antes de que se dé de alta a las mamás, porque luego no regresan, y los chicos tienen en su desarrollo, dificultades en la adquisición del lenguaje", sostuvo. la fonoaudióloga.