Seguridad en sí misma, autoestima alta y simpatía, entre otras actitudes, tienen más incidencia en la belleza que lindas facciones o un buen cuerpo. Si bien la belleza cumple con ciertos estereotipos -que cambian según las épocas y las culturas-, una autoestima sana reemplaza tales exigencias y hasta las supera.

En esto coinciden la psicóloga Beatriz Goldberg, autora del libro "Cómo lograr plenitud a través de la autoestima"; la modelo y formadora de futuras modelos Sandra Centurión; y Gabriela Coronel, maquilladora profesional y dueña de un centro de estética.

Afirma Goldberg que cuando una mujer se siente bien consigo misma, trasunta magnetismo y belleza. "Para conseguirlo hay que bucear en nuestro interior, ver las cosas buenas que tenemos, hacer una lista, aunque sea mentalmente, de esas virtudes, centrarnos en ellas y resaltarlas. Y en cuanto a los defectos, ver qué se puede ir mejorando", explica.

Considera que muchas veces la inseguridad y la falta de confianza encubren miedos. "Muchas temen alcanzar el éxito porque supone sostenerlo y no están seguras de poder hacerlo. Es como que tienen miedo de que les 'pinchen el globito' o las 'bajen de un hondazo'", bromea.

A criterio de Goldberg, no es necesario acudir a un profesional, salvo que se trate de un caso severo. "Uno solo puede empezar en su casa, con lecturas apropiadas, a cambiar la actitud mental. Hacemos un trabajo en nuestro interior y hacia afuera, en nuestras relaciones con los demás, lo que te permite darte cuenta de que el otro no está en contra de vos ni que el mundo se confabula para perjudicarte", subraya.

Destaca que una autoestima baja afea porque se camina con los hombres encogidos, la espalda encorvada y el ceño fruncido. "Si te relajás, tu rostro y tus gestos transmiten seguridad, tranquilidad, y por lo tanto, belleza", finaliza.

Centurión, por su parte, no duda en afirmar: "la belleza es una cuestión de actitud". Está tan convencida de eso que convirtió la frase en el eslogan de su escuela de modelos. Con 30 años de experiencia en las pasarelas, Sandra dice que la belleza va de la mano de la personalidad. Y como prueba de ello cuenta que las alumnas de su escuela aprenden a desfilar para adquirir seguridad al caminar, y también reciben clases de peluquería y de maquillaje para aprender a arreglarse, de comunicación social y locución para saber hablar de cualquier tema y con precisión, y hacen sesiones fotográficas para ir descubriendo sus mejores ángulos, sus mejores posturas y sus mejores gestos. "Y a todas les exijo que sonrían siempre, porque también la simpatía hace a la belleza y contagia entusiasmo", expresa -siguiendo su propio consejo- con una amplia sonrisa. "Si todos nos enamoramos, trabajamos, nos vestimos, ¿por qué la sociedad les va a dar cabida solamente a los bonitos de cara? La belleza es algo que está al alcance de todos", advierte.

Coronel aporta que muchas mujeres, al ir aprendiendo a valor sus rasgos externos y a resaltar los que más las favorecen, comienzan a desarrollar también un cambio de actitud que les permite sentirse más seguras de sí mismas, más satisfechas. "Y es la conjunción de ambas cosas lo que hace exitoso su paso por el centro de estética", apunta. "Hay diversos tratamientos que mejoran el aspecto físico, pero si la mujer no gana confianza en sí misma, la belleza pasa inadvertida", revela.

"Nadie tiene defectos"

 SANDRA CENTURIÓN. Formadora de modelos
"Siempre les digo a mis alumnas: nadie tiene defectos. Venimos en un 'envase', que tiene determinada forma, y hay que saber manejarse con esa forma, que es lo que uno tiene", ilustra la modelo y maestra de modelos Sandra Centurión. Agrega: "tenemos que mirar a nuestro alrededor y darnos cuenta de que no sólo las mujeres lindas consiguen el amor o un buen trabajo o el éxito profesional. Hay oportunidades para todos. Lo importante es encontrarse a una misma dentro del 'envase'".

"La búsqueda de belleza suele esconder algún vacío"

GABRIELA CORONEL. Maquilladora profesional.
"Cuando una clienta viene por un tratamiento estético o una clase de automaquillaje, le pregunto para qué lo quiere. Así descubro que muchas veces lo hacen para compensar algún vacío -se separaron, los hijos se fueron de la casa, tiene problemas laborales-. Sé que ese tratamiento va a fracasar, porque aunque se consiguen los resultados, ella no va a poder verlos. Entonces trato de que empiece a valorar sus aspectos positivos en el rostro, en el cuerpo y también en la personalidad", afirma Gabriela Coronel.

El otro te devuelve tu mirada

BEATRIZ GOLDBERG. Psicóloga y escritora. 
"El otro te ve con los ojos que vos le das. Es decir, que te devuelve aquella mirada que vos tenés hacia vos misma", sostiene la psicóloga Beatriz Goldberg. "Se trata de adoptar una actitud positiva, que consiste en resaltar nuestras cosas buenas -porque todos las tenemos- y no hacer hincapié en lo negativo, ya sea de aspectos físicos o de nuestro carácter", explica. "La buena onda se traduce en belleza exterior y en plenitud", añade.