BUENOS AIRES.- Deprimida, triste y destruida. Así se encuentra la modelo Karina Jelinek, cuyo marido, Leonardo Fariña, está involucrado en un escándalo de presunto lavado de dinero junto al empresario Lázaro Báez. "¿Con quién me casé? Yo me casé por amor y lo que estoy viviendo me está preocupando", se preguntó la morocha, según contó su abogada, Ana Rosenfeld.

La letrada confirmó que Jelinek está en un "impasse" con el financista, que el martes salió a desmentir sus dichos en una cámara oculta realizada por Jorge Lanata. Rosenfeld también contó que su clienta varias veces le preguntó a su esposo sobre su trabajo y por qué llegaba alterado a su casa. "Él respondía: 'No te importa. No te preocupes. Estoy nervioso por mi actividad'".

"Karina está tan nerviosa y triste con lo que está viviendo que no está preparada para mentir", dijo la abogada, haciendo hincapié de que ella nunca estuvo al tanto del trabajo de su marido.

Tras abandonar la casa que compartía con su esposo, en avenida Del Libertador y San Martín de Tours, Jelinek se refugió en la casa de una amiga, en Barrio Parque. Allí vive, además, junto a una mucama que las atiende a ambas, informó el portal Teleshow.com.ar.

De esta manera, la modelo pretende encontrar un poco de calma, luego del escándalo que protagonizó su marido y del que ella aseguró no estar al tanto de absolutamente nada. LA GACETA



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