BOSTON, Estados Unidos.- La cuñada del gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, Soledad Bonzi, vivió en carne propia la angustia que se vivió ayer en una maratón en Boston por la explosión de dos bombas detonadas a metros de la línea de meta. "Es terrible. Hay muchas amputaciones, corredores heridos, hospitales custodiados y mucho desconcierto", dijo la mujer en diálogo con "El Tribuno".
Bonzi, inscrita entre más 25.000 participantes, viajó a Estados Unidos junto a su hijo, de 15 años. El menor fue quien estuvo más cerca de la explosión, por lo que la angustia invadió a su madre durante la hora que tardaron en encontrarse tras los trágicos hechos.
Al momento de las explosiones, Bonzi ya había pasado la meta e incluso ya había llegado al hotel para bañarse y esperar a su hijo. En ese tiempo escuchó las sirenas, prendió la televisión y se enteró de lo que había sucedido. Desesperada, intentó localizar a su hijo, incluso entre los heridos. "Estuve más de una hora buscándolo. No podía respirar", relató.
Finalmente, madre e hijo se encontraron en el hotel luego de una hora de angustia. Luego salieron a buscar a dos amigos, que se encontraban fuera de peligro.
Momentos despúes de la explosión, Bonzi describió que Boston era una "ciudad fantasma", con las calles vacías. Solo es escuchaba el ruido de sirenas. "Estamos muy impresionados, es una zona lindísima, y ahora es una ciudad fantastama, sirenas sin parar y agentes especiales por todas partes", señaló.
Madre e hijo habían llegado a Boston el sábado con el motivo único de la carrera y ya tenían su viaje de vuelta programado para mañana. Bonzi es la esposa de José Urtueby, accionista de Celulosa Argentina,quien llegó a sonar como candidato a presidir la Unión Industrial Argentina. LA GACETA