MADRID.- Skorpios, la legendaria isla privada de la familia Onassis, un paraíso emergente sobre el mar Jónico entre Lefkada y la Grecia continental, se despidió de la histórica dinastía del patriarca Aristóteles Onassis y terminó en manos de un anónimo millonario ruso.
La transacción económica es de enorme valor (el precio de venta no se conoce, aunque se estima en unos U$S 200 millones), pero sobre todo es la lápida sobre una época, la del jet-set de los años 60 con sus riquezas y excesos, tal como los protagonizaron el armador griego y su esposa Jackie Bouvier, viuda de John F. Kennedy.
Según la prensa griega, la decisión de vender esta espléndida porción de Grecia -cubierta de árboles que Aristóteles importó de medio mundo, y donde nadie podía amarrar sin un permiso especial- fue tomada por su nieta, la heredera Athina Onassis Roussel.
La joven, de 28 años, es la hija única de Christina Onassis, a su vez hija del armador, así como heredera de la parte de la fortuna familiar (55%) que no fue a manos de Jackie o de la fundación Alexander Onassis, dedicada a la memoria del hijo del magnate que murió joven en un accidente aéreo.
Athina, que en las competencias de equitación usa el apellido De Miranda (su marido es el competidor olímpico de equitación Alvaro de Miranda Nieto), nunca tuvo una afición particular ni interés por Grecia o la mítica isla de Skorpios, donde de hecho estuvo muy pocas veces. ABC.ES