Las reuniones entre el gobernador, José Alperovich, y Susana Trimarco, la madre de María de los Ángeles Verón, suelen concentrar la atención política en Casa de Gobierno porque los alperovichistas saben que los pedidos de la madre de Marita Verón hacen eco en el gobernador.
El lunes, Trimarco remarcó que "no es quién para mandar al gobernador". Sin embargo, Alperovich reiteró ayer su apoyo a la lucha de Trimarco, que busca destituir al tribunal de la Sala II de la Cámara Penal (integrado por los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano) que dejó libres a los 13 imputados por el secuestro y promoción a la prostitución de su hija.
"Voy a apoyar a Susana Trimarco porque es una madre desesperada que ha perdido a su hija hace 11 años. Pide justicia y creo que el Poder Judicial tiene que darle justicia", resaltó Alperovich en diálogo con la prensa. "Si a nosotros nos pasara una cosa como esta estaríamos desesperados. Tendríamos que ponernos en el lugar de ella porque acá la víctima es Susana Trimarco, porque ella es la que ha perdido a su hija. Ella es la verdadera víctima de esto, no confundamos los roles. Lo que tenemos que hacer es ayudar entre todos para que ella consiga justicia", afirmó.
A pesar del respaldo público que el gobernador le dio a Trimarco, negó que hubieran hablado sobre algunos temas que fueron mencionados -el lunes- por la madre de Marita. Según Trimarco, hablaron de los funcionarios del gobierno de Julio Miranda, que gobernó Tucumán entre 1999 y 2003. Pero al ser consultado Alperovich dijo: "no, no hablamos de eso".
Por otra parte, se le preguntó al gobernador si habían conversado acerca de las amenazas telefónicas que fueron denunciadas por Trimarco y cuyos autores -según su versión- eran la Policía y el Poder Judicial. Pero la respuesta del mandatario también fue negativa. Por último, se le recordó a Alperovich que Trimarco había pedido garantías para su integridad física. A lo que respondió: "le vamos a dar todo lo que sea necesario".