SEÚL.- El régimen de Corea del Norte cerró finalmente el acceso a Corea del Sur a una zona industrial conjunta que genera U$S 2.000 millones al año en comercio para el empobrecido Estado comunista con un gran Ejército, ambiciones nucleares y una población pobre. La medida de cortar la última conexión con el sur marca una escalada en el distanciamiento de hace meses de Pyongyang con Seúl y Washington. El martes, Norcorea había planteado que reacondicionaría un reactor nuclear paralizado, lo que generó críticas de la comunidad internacional, incluso de China, su principal benefactor y aliado diplomático.
En Pekín, el viceministro de Relaciones Exteriores de China se reunió con los embajadores de Estados Unidos y de ambas Coreas para expresar su "seria preocupación" por la situación en la península, en una señal de creciente preocupación debido a los eventos que se están saliendo de control.
Corea del Sur reclamó que Pyongyang permita el acceso al Parque Industrial Kaesong, que se encuentra dentro de Corea del Norte. Seúl indicó que Corea del Norte permitiría que los aproximadamente 800 trabajadores surcoreanos de la fábrica que se encuentran en la planta regresen a sus casas. Quienes permanecen en la zona están allí por elección, pero podrían quedarse sin alimentos debido a que todos los suministros que se necesitan suelen llegar en camión desde Corea del Sur, advirtió el Ministerio de Unificación, que maneja los asuntos de Seúl con el gobierno de Pyongyang.
El parque industrial no ha detenido sus operaciones formalmente desde que fue inaugurado en agosto del 2000 como parte de los esfuerzos para mejorar las relaciones entre las dos Coreas. Alberga 123 empresas y emplea a 50.000 norcoreanos y a cientos de surcoreanos que producen bienes como indumentaria.
Algunos expertos surcoreanos dijeron que la medida podría ser temporal, dado que el parque es una línea de ingreso de divisas para el régimen. Entre los surcoreanos de la ciudad fronteriza de Paju había una sensación de aprehensión de que Kaesong cerraría permanentemente, asestando un golpe fatal para el único ejemplo que queda de la cooperación entre las dos Coreas.
Corea del Norte ha amenazado con un ataque nuclear contra Estados Unidos y ofensivas con misiles contra sus bases del Oceáno Pacífico después de que recibió nuevas sanciones de la ONU por su tercera prueba de armas nucleares en febrero. Pyongyang también ha dicho que se encuentra en un estado de guerra con Corea del Sur.
En respuesta, el gobierno de Estados Unidos ha reforzado sus fuerzas de defensa en la región. Despliegues adicionales también han coincidido con los juegos de guerra anuales con Corea del Sur, que Pyongyang afirma son el preludio de una invasión.
El régimen de Kim Jong-un declaró el estado de guerra en su país, aunque no ha dado la orden de atacar. (Reuters-DPA)