SEUL/WASHINGTON.- La presidenta surcoreana, Park Guen-hye, ordenó ayer al Ejército del país que responda con rapidez y determinación a las provocaciones de Corea del Norte sin tener consideraciones políticas, según la agencia de noticias Yonhap, en el marco de las fuertes tensiones en la península coreana. La mandataria aseguró que se toma "muy en serio" las últimas amenazas de su vecino del norte.
Pyongyang invalidó unilateralmente el tratado de no agresión entre los dos países que puso fin a la guerra de Corea en 1953, cortó dos líneas de comunicación militar y el sábado se declaró en "estado de guerra" con su vecino del sur. "Si tiene lugar cualquier provocación contra nuestro pueblo y nuestro país, (el Ejército surcoreano) debe responder con fuerza en una primera etapa sin tener consideraciones políticas", señaló Park.
"Confiaré en el juicio militar ante repentinas y sorpresivas provocaciones de Corea del Norte. Por favor, cumplan su deber de salvaguardar la seguridad del pueblo sin distraerse ni un ápice", dijo la Presidenta en el Ministerio de Defensa de Seúl.
Poco antes, Estados Unidos envió jets de combate F-22 a Corea del Sur para una maniobra conjunta, informó la edición online del diario "The Wall Street Journal", que calificó la medida como otro paso de Washington destinado a mostrar a Corea del Norte su alcance militar. Los jets, con capacidad de pasar desapercibidos para los radares, llegaron el domingo desde la base aérea de Kadena, en Japón, informó un representante de las fuerzas estadounidenses en Corea (USFK), sin concretar cuánto tiempo permanecerán en ese país.
La semana pasada, EEUU ya había enviado dos bombarderos de camuflaje con capacidad nuclear B-52 y B-2 a los ejercicios militares, lo que fue considerado por Pyongyang una provocación.
El domingo, el Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte reiteró que no renunciará a sus armas nucleares, que consideró un "tesoro" nacional que no puede someterse a tratos económicos. Además, anunció planes para construir una "industria de energía nuclear independiente" y un reactor de agua ligera para impulsar la producción eléctrica.
El diario norteamericano "The Washington Post" se hizo eco ayer del temor de las autoridades estadounidenses, que creen que Corea del Norte está realizando avances en la fabricación de bombas atómicas. Según las fuentes no citadas del periódico, Pyongyang podría haber utilizado una bomba atómica con uranio altamente enriquecido en el test nuclear que realizó en febrero. Estas informaciones supondrían que el régimen comunista norcoreano tiene nuevas capacidades para el enriquecimiento de uranio.
En los ensayos realizados hasta ahora, Pyongyang habría empleado plutonio de antiguas reservas. La suposición de que en esta ocasión se empleó uranio altamente enriquecido se vio alimentada por las medidas extraordinarias adoptadas por Corea del Norte para ocultar los efectos de las pruebas realizadas recientemente. Aún así, se trata sólo de suposiciones de expertos y no hay indicios claros, afirma The Washington Post.
Retórica sin respaldo
EEUU ratificó que toma con seriedad las amenazas de guerra de Corea del Norte pero no ha visto ninguna movilización o posicionamiento de tropas a gran escala, dijo ayer la Casa Blanca. "No hemos visto acciones que respalden la retórica", dijo a periodistas el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. "Hay que notar que pese a la dura retórica que estamos escuchando de Pyongyang, no estamos viendo cambios en la postura militar de Corea del Norte, como movilizaciones a gran escala y posicionamiento de tropas", agregó.
Dos aviones bombarderos estadounidenses con capacidad nuclear y que los radares no detectan, sobrevolaron la semana pasada la península coreana como parte de un ejercicio militar en una muestra de fuerza para calmar a los aliados de Washington en la región.
Carney dijo que los vuelos de los bombarderos eran importantes para tranquilizar a los aliados estadounidenses y "reafirmar nuestra resolución con el Norte y reducir la presión sobre Seúl". "Y creemos que esto ha reducido la posibilidad de errores de cálculo y provocaciones. Este patrón de retórica belicosa no es nuevo. Es conocido. Y lo tomamos muy seriamente, tomamos medidas prudentes en respuesta a ello, pero es consistente con comportamientos anteriores", agregó. (DPA-Reuters)