SEÚL.- La hermética Corea del Norte informó que cortó el último canal de comunicación con Corea del Sur debido a que una guerra podría producirse en "cualquier momento", en declaraciones realizadas un día después de que amenazara a Washington y a Seúl con un ataque nuclear. La medida es la última de una serie de advertencias por parte del régimen de Kim Jong-un como respuesta a nuevas sanciones impuestas por la ONU luego de su tercera prueba nuclear en febrero y a ejercicios militares "hostiles" que están llevando a cabo en conjunto Estados Unidos y Corea del Sur.
Corea del Norte ya ha dejado de responder los llamados de los militares estadounidenses que supervisan la fuertemente armada Zona Desmilitarizada y la línea de la Cruz Roja que usan los gobiernos de ambas partes.
"Ante la situación en que una guerra pueda surgir en cualquier momento, no hay necesidad de mantener comunicaciones militares entre el norte y el sur", dijo un portavoz militar citado por la agencia de noticias KCNA de Pyongyang. "No existe ningún canal de diálogo ni comunicaciones entre la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) y Estados Unidos ni entre el norte y el sur (de la península coreana)", agregó.
El Pentágono condenó la escalada en la retórica de guerra y el portavoz George Little calificó la declaración de Pyongyang como "otro paso provocativo y no constructivo".
El aparato militar estadounidense anunció el 15 de marzo que fortalecería las defensas antimisiles en respuesta a amenazas de Corea del Norte, incluyendo la de realizar un ataque nuclear preventivo contra Estados Unidos. Pese a la dura retórica, pocos creen que Corea del Norte se arriesgue a iniciar formalmente un conflicto bélico.
Ambas Coreas aún están técnicamente en guerra dado que su conflicto civil entre 1950 y 1953 terminó con un armisticio -no un tratado- que Corea del Norte dice que desde entonces fue hecho añicos.
El "canal de diálogo" es usado diariamente para procesar información de surcoreanos que trabajan en el proyecto industrial Kaesong, donde 123 firmas de Corea del Sur emplean a más de 50.000 norcoreanos en la fabricación de productos para el hogar.
Unos 120 ciudadanos surcoreanos suelen prestar servicio en promedio en ese lugar. Se trata del último proyecto conjunto que queda activo entre ambos países luego de que Seúl cortara la mayor parte de la asistencia y el comercio como respuesta al tiroteo contra un turista surcoreano por parte de soldados norcoreanos y el hundimiento de una embarcación por el que responsabiliza a su vecino del norte.
Kaesong es uno de los pocos proyectos de Corea del Norte generadores de dinero, produce U$S 2.000 millones anuales en comercio con el sur y es poco probable que el régimen vaya a cerrarlo, salvo como último recurso.
Como contrapartida, el ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Kwan-jin, instó a las tropas a responder con dureza a cualquier agresión, durante un acto de conmemoración del tercer aniversario del hundimiento del buque "Cheonan", que causó 46 muertos y que Seúl atribuye a un ataque de Pyongyang. (Reuters-especial)